Cuando horneamos en blanco una masa para hacer una tarta, a pesar de que hay pesos que se comercializan con este fin, sigue siendo muy habitual utilizar legumbres secas.
También es normal conservar estas legumbres para reutilizarlas con el mismo fin varias veces, se guardan en una bolsa o en un recipiente cerrado y en cada ocasión que se debe volver a hornear en blanco, se posan las legumbres secas sobre papel vegetal o papel de aluminio y éste a su vez, sobre la masa, quedando protegida y logrando que no se infle en el horno. La pregunta que en ocasiones puede surgir es ¿se pueden consumir las legumbres utilizadas como peso para las tartas?
Pues la respuesta es no, lo mejor es guardar estas legumbres en un recipiente o bolsa una vez que ya se han enfriado, sin olvidar que esté bien indicado que no son legumbres para consumo. Nosotros no las guardamos mucho tiempo, pero hay personas que las utilizan hasta durante diez años (como leemos aquí), lo que no sabemos es cuántas tartas habrá elaborado en ese tiempo.
A través de The Kitchn llegamos a esta explicación, en primer lugar hablándonos de que el horneado provoca que las legumbres se tuesten y emanan un olor acre debido a que durante el horneado, sufren una reacción química conocida como pirolisis (descomposición química de materia orgánica y todo tipo de materiales excepto metales y vidrios, causada por el calentamiento en ausencia de dioxígeno).
Al parecer, consumir las legumbres utilizadas como pesos de masas horneadas en blanco no representa un problema para la salud, pero el sabor del guiso de legumbres no sería agradable.
Foto | Cookbookman