Quedan pocos días para que entre en vigor la ley del etiquetado de los alimentos transgénicos de Vermont. Como ya os hemos comentado en otras ocasiones, se trata del primer Estado de Estados Unidos en aprobar una reglamentación de este tipo y de ponerla en marcha. A lo largo de los últimos meses hemos podido comprobar que empresas alimentarias como ConAgra Foods, General Mills, Kellogg’s o Mars, entre otras, que se oponían a proporcionar este tipo de información, han cambiado de postura ofreciéndola a través del etiquetado de sus productos y páginas web habilitadas para que los consumidores puedan realizar búsquedas de productos alimentarios, y saber si en la lista de ingredientes aparecen materias primas modificadas genéticamente.
Todas estas empresas han decidido realizar los cambios para dar la información a nivel nacional y sin que se encarezca el precio de sus productos, como habían asegurado en varias ocasiones que sucedería, tanto la Grocery Manufacturers Association como otras organizaciones que estaban totalmente en contra del etiquetado. Pues bien, ahora todo ha cambiado, cada vez más empresas se suman al cambio de etiquetado a nivel nacional, pero las asociaciones agrarias solicitan con carácter urgente una ley federal del etiquetado transgénico en Estados Unidos, para que entre en vigor antes de que lo haga la ley del Estado de Vermont. La razón es la preocupación de que otros Estados del país aprueben leyes similares pero con modificaciones e incluyendo en el etiquetado los piensos con los que se alimentan a los animales, lo que podría provocar un aumento del precio de los piensos, incertidumbre fiscal, etc.
Una Ley Federal sobre este tema evitaría la aparición de distintas leyes en otros Estados, estableciendo unas reglas a nivel general que evitarían un caos legislativo. The American Soybean Association, American Feed Industry Association, National Milk Producers Federation y Coalition for Safe Affordable Food, son algunas de las organizaciones que han decidido solicitar con carácter urgente una Ley Federal sobre los requisitos del etiquetado de los alimentos modificados genéticamente.
Las organizaciones, empresas y asociaciones que solicitan la nueva legislación, consideran que de no aprobarse una solución federal, los Estados del país tienen la capacidad de requerir que se identifiquen los productos alimenticios para seres humanos o animales a través de un etiquetado u otros medios, a pesar de que en Vermont la alimentación animal ha quedado excluida de la ley del etiquetado transgénico. Si se permite que cada Estado del país orqueste de forma individual sus propias regulaciones, incluyendo los alimentos para los animales, el costo de la restructuración del sistema de etiquetado en este sector, así como los cambios realizados en el abastecimiento de materias primas, podría llevar a muchas pequeñas empresas a la quiebra.
Las empresas productoras de materias primas quieren que los piensos con los que se alimenta a los animales no estén sujetos a esta legislación, argumentan que la carne y la leche de vacas alimentadas con cultivos transgénicos no contienen rasgos modificados genéticamente, algo que no es compartido por algunos investigadores. O sea, quieren una legislación a su medida y que este sector quede al margen del etiquetado, algo que no tiene sentido.
La Asociación Americana de la Soja (ASA) considera que el proceso de etiquetado en los diferentes Estados podría dañar al mercado de los cultivos modificados genéticamente, asegurando que los agricultores perderán y en última instancia los consumidores, ya que se trata de una herramienta segura y valiosa para poder producir alimentos sostenibles, y que por culpa de una legislación (la de Vermont) mal concebida, se puede provocar el aumento del precio de los alimentos para todos los estadounidenses. De nuevo se habla del aumento de precios, antes por etiquetar los productos transgénicos, ahora por no aplicar una Ley Federal. Se culpa al Senado del país por su falta de acción, algo que se ha convertido en una amenaza para los agricultores, especialmente para quienes cultivan productos modificados genéticamente y para quienes alimentan a sus animales con estas materias primas.
Para saber un poco mejor cómo se implantará la ley del etiquetado de los alimentos transgénicos de Vermont, os recomendamos leer este post. Merece la pena recordar que además en esta nueva ley se habla del uso del término ‘natural’, según la ley, no se podrá utilizar el término ‘natural’ en los alimentos que contengan materias primas transgénicas como ha estado ocurriendo hasta ahora. ¿En una ley a nivel nacional se tendrá en cuenta esta cuestión?, recordemos que son muchos los consumidores y empresas que se oponen a que se utilice este término en los alimentos desarrollados con biotecnología, pero para el Congreso sería un problema, ya que la FDA todavía no ha definido el término.
Se puede decir que se clama a la desesperada que el Congreso estadounidense apruebe una Ley Federal que evite la proliferación de leyes a nivel estatal sobre esta cuestión y proteja a agricultores y ganaderos. Es sorprendente como han cambiado las tornas, los estadounidenses al fin van a poder ejercer su derecho a saber de los alimentos gracias a la Ley de Vermont y a los continuos fracasos del lobby de las empresas anti etiquetado transgénico para intentar evitar que dicha ley entrara en vigor. Sobre el tema del etiquetado de piensos transgénicos, aunque las empresas aseguran que sus productos deben estar al margen del etiquetado, no opinan igual quienes no quieren saber nada de transgénicos, y mucho menos que se alimente con estos productos a los animales destinados al consumo humano.
Foto 1 | Nicetoenv
Foto 2 | James Almond