El Día de Acción de Gracias es una fiesta que se celebra en Estados Unidos, Canadá, Brasil, en algunas islas del Caribe y donde hay comunidades de inmigrantes estadounidenses principalmente. En España no se celebra, pero se conoce esta fiesta porque hemos consumido mucho cine y series norteamericanas. Pues bien, se acerca el Día de Acción de Gracias, aunque hay que decir que no se celebra el mismo día en todas partes, por ejemplo, en Estados Unidos es el cuarto jueves de noviembre y en Canadá el segundo lunes de octubre.
El caso es que la parte más importante de esta celebración en la actualidad es la reunión familiar que sea hace en torno a la mesa con una gran cena y en la que el pavo asado es el plato estrella. Todos hemos visto imágenes de esas mesas repletas de comida en una cena de Acción de Gracias, con la enorme ave reinando en el centro, y a su alrededor, puré de patata, salsa de arándanos rojos, pan de maíz relleno, verduras… y las tartas, de calabaza, de manzana, de nueces pacanas…
Pero hoy en día está tendencia de llenar la mesa de comida está cambiando, igual que sucede con la Navidad en nuestro país. Como hemos podido leer aquí, se demandan pavos más pequeños para la cena de Acción de Gracias, y hay varios motivos para ello. En el artículo de Bloomberg hablan de los Millennials como parte de este cambio, este término inglés se utiliza para hacer alusión a una generación, aunque no hay consenso sobre los años que engloba (periodo de nacimiento), podríamos decir que entre 1978 y 2002.
Podéis leer más al respecto aquí, y veréis que también se utilizan otros nombres para las personas que nacieron utilizando el teléfono fijo para comunicase con sus amigos, que aprendieron a utilizar disquetes porque aún no existían los CD’s, USB’s y una ‘nube’ para almacenar información, que veían películas en VHS… pero que se adaptan fácilmente y con soltura a las nuevas tecnologías, entre otras cosas. En español, esos nombres son Generación Y, mileniales o milénicos, pero, lo dicho, gusta tanto utilizar términos en inglés, que lo más utilizado es millennials.
Volviendo al pavo de Acción de Gracias y a la tendencia de elegir un ave de un tamaño más pequeño de lo que acostumbran (que suele ser de unas 30 libras o unos 13 kilos), cuentan que entre los motivos está el bienestar animal, y es que es antinatural que los pavos sean tan grandes. Ya sabemos que la producción de los grandes ejemplares suele ser fruto de la práctica de maltrato animal, como mantener a los animales encerrados y sin espacio para moverse para que ganen más peso.
Los productores de las granjas de pavos están trabajando en aves de unas seis libras (menos de tres kilos), aunque parece ser que los que de momento tienen más demanda, o son los que más se venden porque son los más pequeños de entre la actual oferta del mercado, son los que tienen un peso de unas 12-14 libras (unos seis kilos), con los que pueden comer unas 10 personas que previamente han disfrutado de los aperitivos.
Los estadounidenses quieren pavos más pequeños porque ya no se celebran reuniones familiares con tantos comensales, como sucede en el día a día y en las fiestas navideñas también en nuestro país. Según la oficina del censo de Estados Unidos, en el 62% de los hogares estadounidenses había sólo una o dos personas en 2017, mientras que en 1960 esta cifra era bastante más reducida, un 41%.
Hay familias que hace tiempo que prescinden del pavo asado en Acción de Gracias o en las fiestas navideñas para que no sobre tanta comida, y entre las alternativas contemplan adquirir pollo, que tiene un menor tamaño, o comprar sólo algunos cortes de pavo, como las pechugas, que pueden pesar alrededor de un kilo. Esta ha sido una de nuestras recomendaciones en los últimos años, por eso en Gastronomía y Cía podéis encontrar varias recetas de pierna de pavo al horno (o similares) para las fiestas, quedan deliciosas, no hay que pelearse por la parte más jugosa del ave y se puede cocinar la cantidad justa que se va a consumir.
Otra alternativa a la que se está recurriendo, según la propietaria de una carnicería de Milwaukee (la ciudad más grande en el estado de Wisconsin), es a las aves orgánicas o ecológicas, puesto que por su alimentación y por su método de cría tienen un tamaño inferior, con un peso que suele rondar las seis libras, unos 2’7 kilos.
Afortunadamente, cada vez hay más consumidores responsables, y cada vez adquiere mayor importancia cocinar menos cantidad de comida para reducir o evitar el desperdicio alimentario, un problema que afecta enormemente al planeta y a la población mundial, y lo sabemos de sobra. Según el Consejo de Defensa de los Recursos Naturales, en Acción de Gracias se desperdician alrededor de 90 millones de kilos de pavo, y cuántas personas no tienen nada que llevarse a la boca…
Por ello, es más que recomendable hacer un buen cálculo y organizarse para crear un menú de Acción de Gracias (a quien corresponda) o de Navidad que dignifique la celebración, principalmente la reunión familiar, y también el trabajo que hay detrás de la producción de alimentos, cuyo objetivo es ese, alimentar y nutrir, no acabar en la basura. De acuerdo que hay muchas personas que saben hacer uso de las sobras para aprovecharlas en otras comidas, pero, de momento, no parecen ser mayoría.