Los vinos rosados mezclando vinos tintos y blancos en Europa no serán una realidad, al menos por el momento. La Comisión Europea acaba de anunciar que se abandona la propuesta para elaborar vinos rosados de coupage, al parecer, la presión que los productores y diversas organizaciones enológicas europeas han realizado, ha surtido efecto y por el contrario, ahora se propondrá continuar con la prohibición que ya estaba establecida para los vinos de mesa.
Sin duda, la noticia del abandono de la propuesta para elaborar vinos rosados de coupage será muy bien recibida, no tardaremos en conocer la opinión de la Conferencia Española de Consejos Reguladores Vitivinícolas, recordemos que fueron los creadores del Manifiesto por la Defensa del Rosado Europeo.
Mariann Fischer Boel, Comisaria Europea de Agricultura, reconoce que era necesario cambiar la postura adoptada, ya que la mayoría de miembros que forman el sector vinícola europeo, creen firmemente que de haberse llevado a cabo el coupage para la elaboración de vinos rosados, la imagen del vino rosado tradicional se habría visto seriamente dañada.
En esta decisión ha tenido mucho que ver Francia, según indican desde la Comisión Europea. En un principio, ante la propuesta de dar vía libre a la elaboración de vinos rosados de mesa mediante el coupage, el país galo se abstuvo de pronunciarse, pero por cuestiones políticas y concretamente electoralistas, Michel Barnier, Ministro de Agricultura francés que se presentaba a la candidatura en las elecciones europeas, endureció su postura mostrando su oposición a la propuesta y proclamando un no al vino rosado de mezcla.
Ahora sólo queda esperar a que en el Comité de Gestión sobre Vinos en el que estarán presentes los 27 países comunitarios, se informe sobre la situación de la propuesta y posteriormente se deberá esperar a la reunión de otro Comité que confirmará la continuación de la restricción sobre el coupage.
¿Es un paso atrás?, ¿se pierden armas para poder competir con los vinos rosados de otros países?…, la Unión Europea pretendía con esta propuesta que el sector enológico de este segmento fuera más competitivo, además era una forma de armonizar con la OIV (Organización Internacional del Vino y de la Vid), organización que sí permite el coupage de rosados, algo en lo que no están de acuerdo los productores ni los Consejos Reguladores de las Denominaciones de Origen de la UE.