De la cocina siciliana adoptamos la Salsa Salmoriglio, un aderezo muy sencillo y muy sabroso con el que podemos enriquecer nuestras recetas de pescado, hoy por ejemplo la vamos a incluir en una receta de salmón. Es interesante saber que el término salmoriglio deriva de salmurigghiu, que describe a una salmuera ligera.
La Salsa Salmoriglio es similar al Chimichurri, aunque ésta es más picante y como sabéis, muy apropiada para condimentar las carnes asadas argentinas, de donde es originaria dicha salsa. También podríamos decir que la Salmoriglio es parecida a otra salsa italiana, la Gremolata, pero con variaciones en las hierbas aromáticas y en la forma de incluir el cítrico.
A pesar de que hay variedad de fórmulas para la elaboración de la salsa Salmoriglio, los ingredientes básicos de este aderezo son zumo de limón, aceite de oliva virgen extra, orégano, perejil, ajo, pimienta negra y sal. Las proporciones de cada ingrediente se pueden ajustar al gusto del cocinero o del pescado o carne asada que vaya a acompañar, aunque una de las características es que destaque el limón.
Personalmente nos gusta el equilibrio de todos los ingredientes en el sabor final de la salsa, a ver qué os parece nuestra receta de la Salsa Salmoriglio.
Ingredientes
- 150 gramos de aceite de oliva virgen extra
- 1 limón
- 60 gramos de agua caliente
- 1-2 dientes de ajo
- 1 c/s de perejil picado
- 2 c/s de orégano (fresco a ser posible, hoy no teníamos)
- pimienta negra recién molida
- sal.
Elaboración
Pica el ajo retirando el germen del interior, puedes hacerlo en el mortero, con el prensador de ajos o a cuchillo. Pica también el orégano y el perejil.
Pon un cuenco al baño maría con el aceite de oliva, incorpora el agua caliente y bate hasta emulsionar. A continuación añade el zumo del limón y su piel rallada. Finalmente incorpora las hierbas aromáticas y la pimienta negra, una pizca de sal y continua batiendo.
Deja cocer un par de minutos al baño maría, prueba la salsa Salmoriglio por si fuera necesario rectificar la cantidad de algún ingrediente y retira del fuego. Deja enfriar y reserva tapando el recipiente con film transparente o con la tapa de la salsera si la tuviera.
Podemos servir la salsa fría sobre la carne o el pescado, pero también se puede servir tibia si queremos respetar la temperatura del plato. Esperamos que os guste.