Entre los aderezos habituales de una hamburguesa está el a kétchup, una salsa de tomate condimentada con azúcar, sal, vinagre y diferentes especias (dependiendo del fabricante), con una textura entre líquida y viscosa que a menudo provoca que al agarrar la hamburguesa para comer, termine goteando y cayendo al plato, claro, que dependerá de la cantidad de salsa que se utilice.
Hoy conocemos un nuevo formato de esta salsa que puede cambiar esto, se llama Slice of Sauce y se presenta de un modo similar al queso que se añade en la hamburguesa, en lonchas, por lo que se puede decir que se trata de salsa de tomate en estado sólido. Se presenta en paquetes de ocho raciones individuales, convirtiéndose en una alternativa al sistema tradicional del consumo de esta salsa. Los beneficios de este formato son que el condimento no gotea y se puede repartir de manera uniforme en una hamburguesa, en un perrito caliente, en un sándwich o en cualquier elaboración que se preste a su acompañamiento.
Las “rebanadas” de salsa de tomate Slice of Sauce no necesitan ser conservadas en frío y se elaboran con ingredientes naturales y veganos, no contiene sabores artificiales, ni conservantes, ni jarabe de maíz de alta fructosa, como suelen tener la mayoría de este tipo de salsas en algunos países. Se trata de un producto innovador pendiente de patente que es el primero en su clase y pretende introducirse en las tiendas de comestibles, aunque habrá que ver como la aceptan los consumidores y si es capaz de ofrecer la misma experiencia sensorial que ofrecen las tradicionales salsas de tomate.
Parece ser que su desarrollo se debió a una casualidad, cuando sus creadores estaban preparando la receta familiar de una salsa barbacoa. A partir del primer resultado obtenido, empezaron a trabajar para evitar los condimentos tradicionales, utilizando ingredientes saludables y de gran calidad, es decir, era necesario crear una nueva receta. Tras realizar varios experimentos con diferentes sabores, se desarrolló la receta de este kétchup sólido que se puede conservar durante todo un año en la despensa manteniendo sus propiedades intactas.
Posteriormente, Emily Williams, una de las responsables de la nueva salsa sólida, creó con el especialista en finanzas, ventas y administración en la cadena de suministros,Thac Lecong, la startup Bo’s Fine Foods ubicada en Los Ángeles (California) cuya sede de fabricación se encuentra en Brooklyn (Nueva York). Ahora la empresa ha iniciado una campaña en la plataforma de financiación popular Kickstarter para poder introducir en el mercado el innovador formato de salsa.
A juzgar por los resultados de la campaña, se puede decir que Slice of Sauce se producirá y comercializará sin problemas, ya que se solicitan unos 12.000 dólares para la puesta en marcha, y a falta de 29 días de campaña se han recaudado más de 10.000 dólares. Con una aportación mínima de 10 dólares (algo más de 8 euros), se recibe un paquete con ocho “lonchas de salsa kétchup”, la entrega se realizará a partir del mes de junio y, de momento, sólo se distribuirá en Estados Unidos y Canadá.
Es de suponer que si el producto es interesante y cuenta con una gran demanda, terminará comercializándose en otros países, ya se verá. De momento, podéis conocer todos los detalles de esta salsa de tomate en estado sólido a través de la página de la campaña en Kickstarter, y a través de la página oficial de la empresa.