Salsa de menta

Ayer hicimos un delicioso Solomillo a la menta que a continuación os mostraremos, es una receta muy sencilla, pero el paso previo era la elaboración de una salsa de menta que le proporciona un intenso sabor y aroma al plato.

La salsa de menta, muchas veces denominada Mint Sauce porque es una salsa tradicional de Inglaterra, es muy utilizada en la cocina británica e irlandesa, especialmente para aderezar la carne de cordero, de cerdo o la muy tradicional crema de guisantes.

El problema que encontramos con la clásica salsa de menta que comercializan es que es extremadamente fuerte, sobre todo por la cantidad de vinagre que lleva y nosotros somos de los que el vinagre lo utilizamos en las recetas que lo necesitan, pero sólo se lo enseñamos. Siempre nos decantamos por los más suaves, vinagre balsámico, vinagre de Jerez, vinagre de arroz, etc.

Seguramente todos habréis visto, y algunos habréis probado la Mint Sauce de Colman’s, se encuentra en casi todos los supermercados. Si os gustan los sabores muy fuertes, hasta el punto de que pueda restar el sabor del ingrediente principal del plato, podéis probarla, pero personalmente pensamos que es mucho mejor hacer la salsa de menta en casa con la combinación y cantidades de ingredientes que la componen al gusto.

Los ingredientes para hacer la salsa de menta casera son menta (puede ser menta fresca o seca, aunque a nosotros nos gusta más fresca), azúcar, vinagre y agua. Nosotros solemos hacerla con un poco de aceite de oliva además. Las cantidades de ingredientes ya os hemos dicho, lo mejor es ir probando para que los sabores sean tan intensos como nuestros paladares deseen.

Se pone un poco de agua a calentar (la justa para disolver el azúcar) mientras se pica la menta, cuando el agua entra en ebullición se incorpora el azúcar y se mezcla hasta su total disolución. A continuación añade las hojas de menta y el vinagre, ve añadiéndolo en pequeñas cantidades y probándolo hasta que des con el punto deseado. Mezcla bien y si también quieres añadir un chorrito de aceite de oliva y una pizca de sal, incorpóralo, emulsiona y guarda en un tarro con tapa. Es recomendable dejar reposar la salsa de menta unas horas antes de aderezar un plato, los sabores se amalgamarán.

La menta es una apreciada planta aromática con la que podemos hacer muchos tipos de salsas, esta es la tradicional bretona, aunque personalmente no nos parece la mejor. ¿Qué tipos de salsa de menta elaboras tú?

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