Conocemos distintos accesorios de cocina que nos permiten controlar la dosificación de ciertos ingredientes, condimentos, aderezos… en algunos casos es interesante porque los excesos pueden echar a perder un plato, y en otros porque son condimentos que consumidos sin medida perjudican a la salud. Pongamos como ejemplo la sal, pero empecemos hablando del azúcar y la evidencia de que ya hace muchísimos años que se creó el azucarero con dosificador para controlar la cantidad (aproximada) a servir, aquel que había que girar para verter cada vez una cucharada.
Claro, no es lo mismo añadir azúcar que sal a una comida, simplemente por el hecho de que se utiliza mucha más cantidad de azúcar que de sal. Pero el control del consumo de sal sí debemos llevarlo con tanta o más precisión que el de azúcar, y nos encontramos con saleros que nos permiten coger la sal a puñados, aunque normalmente se cojan pizcas, o saleros de mesa que dispensan sin límite. Luego hay otro problema, cada salero dispensa cantidades diferentes, ¿cuántas veces en un restaurante ha salido más sal de la deseada y nos ha arruinado el plato?
La mejor forma de controlar la sal que incorporamos a nuestros guisos o a nuestro plato creemos que todavía no está en nuestras manos, a no ser que tengamos toda la voluntad de hacer los cálculos de consumo diario, pesarla en cada comida que elaboramos y calcular la que corresponde por comensal… Consumimos más sal de la recomendada por la OMS, en España y en muchos países más, aunque no es única responsabilidad de la sal que añadimos a nuestros platos, sino por toda la sal que contienen los alimentos que compramos.
Del exceso de consumo de sal y sus consecuencias hemos hablado en varias ocasiones, incluso de campañas como Menos sal, más salud. Y nos ha parecido bien recordar el tema a raíz de encontrarnos con un curioso utensilio de cocina, el salero Mamma que ayuda a controlar el consumo de sal.
El diseñador del salero Mamma es un estudiante de Seúl, Soohun Jung, en su página web nos muestra cómo lo diseñó a través de una fotogalería, pero da pocos detalles. En el vídeo superior podéis ver cómo se utiliza, y sinceramente, no entendemos su efectividad, al menos no lo vemos mejor que la de dispensar la sal del salero de mesa en la palma de nuestra mano o coger la sal del salero de cocina con una cucharilla para ver la cantidad que queremos utilizar.
Esperamos que esto sirva para animar a los diseñadores a crear un utensilio de cocina que sirva para controlar la cantidad de sal que se debe y se quiere incorporar a un guiso o a un plato, ¿hay alguna idea?