Rusia rechaza la carne de cerdo europea, se trata de una medida que especialmente afecta a tres países, Francia, Alemania y España. La legislación rusa es exigente con los alimentos que recibe del exterior, no hace mucho hablábamos del duro control al que se someten las frutas y verduras comunitarias donde los valores de contenidos de residuos químicos procedentes de la utilización de abonos, pesticidas, antibióticos, etc., que son aceptados en la Unión Europea, son tajantemente rechazados en Rusia.
Ahora conocemos además, que el control también se extiende a las carnes, Rusia rechaza la carne de cerdo europea por la detección de antibióticos que habitualmente se utilizan para el tratamiento de los animales y que por lo visto, superan los niveles que establece el Servicio Federal de Supervisión Veterinario y Fitosanitario ruso. Este tipo de actuaciones pone al descubierto que Rusia podría ser un país con mayor conciencia en tema de seguridad alimentaria, y sus administraciones resultarían más respetuosas y concienciadas con la calidad alimentaria que se ofrece a la población.
Sin embargo, incluso las actuaciones que parecen más loables pueden encontrarse sujetas a intereses ocultos, según los productores españoles, en realidad, la actuación rusa se encuentra sujeta a unos intereses puramente comerciales. Las necesidades de carne de cerdo que tiene Rusia son de unas 800.000 toneladas, dado que su producción no alcanza a abastecer la demanda, la importación de carne es obligada.
Pero también es obligado buscar buenos precios y tal y como se encuentra el euro frente al dólar, lo mejor es importar carne de cerdo de aquellos países en los que se trabaje con esta moneda, por ejemplo los países sudamericanos o Estados Unidos, aunque esta última opción sería menos relevante, ya que los mejores precios los ofrecen los primeros.
Esto nos lleva a pensar que quizá no sea tan relevante el contenido de antibióticos en la carne, puesto que los países sudamericanos abusan igualmente de estos y otros compuestos con los animales que comercializan. De todos modos, será necesario esperar a conocer cuál es la actuación rusa antes de enjuiciar su negativa a aceptar carne de cerdo con niveles elevados de antibióticos.
Además, hay que tener en cuenta que existe un plan de inspección que realizarán las autoridades sanitarias del país en los diferentes mataderos y explotaciones ganaderas comunitarias que abastecen al mercado ruso, esta actuación ya no casaría con lo que indican los productores españoles, por otro lado, con frutas y verduras ya han demostrado que realmente se preocupan por la salud del consumidor.
La carne de cerdo podría reducir su valor en el mercado nacional si los productores españoles dejan de exportar las 700.000 toneladas de carne de cerdo a Rusia, aunque seguramente se buscarán alternativas para que esto no ocurra, tengamos presente que se están abriendo nuevas vías en otros mercados, como por ejemplo el mercado chino.
Vía | El país