Rosquillas de anís. Receta fácil de un dulce tradicional que no se debe perder

En estos días de fiesta que hemos pasado hemos elaborado algunos dulces de sartén, como las rosquillas de anís que podéis ver ilustrando estas líneas. Hemos pensado que os gustaría conocer la receta, es muy similar a una que compartimos con vosotros hace ya unos años, la receta de nuestras rosquillas integrales de almendra y anís que aprendimos de la familia. Es muy posible que vosotros también hayáis heredado una receta familiar de rosquillas de anís, y nos encantaría conocerla, ya sabéis que nos encanta probar distintas fórmulas tanto de dulces como de salado.

Las frutas de sartén, que es como se denomina a la repostería que termina en fritura, como los buñuelos, los pestiños, las torrijas… son historia y son tradición, y aunque no conviene consumirlas a diario, siempre será mejor disfrutar de unas rosquillas de anís caseras que de un donut industrial cuando se quiera saborear un buen dulce. Así que tomad nota de esta receta fácil de un dulce tradicional que no se debe perder, os va a encantar hacerlos (aunque hay que tener un poco de paciencia) pero, sobre todo, ver como disfrutan comiéndolo.

Ingredientes (35-40 uds. aprox.)

  • 3 huevos M
  • 200 gramos de azúcar
  • 30 gramos de manteca de cerdo o AOVE
  • 30 gramos de licor de anís
  • 450 gramos de harina
  • c/n de aceite de girasol para freír
  • c/n de azúcar con canela.

Elaboración

Para hacer la masa, pon los huevos en un bol y añade el azúcar, bate con las varillas hasta que los huevos blanqueen y estén espumosos.

Incorpora la manteca de cerdo fundida o, en su defecto, el aceite de oliva virgen extra, añade también el licor de anís y mezcla de nuevo.

Finalmente, añade la harina poco a poco, la cantidad puede variar según la harina que se utilice, se debe conseguir una masa blanda y maleable, incluso un poco pegajosa. Amasa y cuando puedas formar una bola, deja reposar unos minutos.

Es momento de dividir la masa en porciones para hacer las rosquillas, para hacerlo fácilmente, es conveniente enharinarse las manos, así la masa no se pega. Forma cilindros y une los extremos para formar las rosquillas, rebózalas ligeramente con azúcar y canela y ve colocándolas sobre papel vegetal.

Para freír las rosquillas de anís, pon una sartén con abundante aceite a calentar, no debe estar al máximo de temperatura, pon temperatura media-alta. Fríe las rosquillas poniéndolas una a una en el aceite caliente, sin que se toquen entre ellas para que no se peguen, deberás hacer varias tandas.

Cuando las rosquillas se hayan dorado por un lado, dales la vuelta para que se doren por el otro. Cuando las retires de la sartén, ponlas sobre una rejilla para escurrirlas, o sobre papel de cocina absorbente.

Acabado y presentación

Sirve las rosquillas de anís con un toque de canela en una bandeja de postres y el resto ya lo conoces, a disfrutar. Si sobran rosquillas de anís, las puedes guardar en un recipiente con tapa hermética, se conservan bien varios días. ¡Buen provecho!

Abreviaturas
c/s = Cuchara sopera
c/p = Cuchara de postre
c/c = Cuchara de café
c/n = Cantidad necesaria

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