El Romanescu al horno nos permite disfrutar de esta verdura con múltiples aderezos, en forma de ensalada o como guarnición de otros platos. Es además ideal para quienes disfrutan de las verduras tostadas pero conservando una textura crujiente. Hay personas a las que no les gusta comer ciertos vegetales porque hervidos o hechos al vapor están demasiado blandos o pálidos, con el Romanescu al horno conseguimos cambiar la apariencia del plato.
En esta ocasión hemos acompañado la receta de romanescu al horno con unas espinacas frescas y queso de cabra, una combinación que nunca falla para los amantes de este queso. Después unas especias al gusto (para nosotros algo picantes) y un buen aceite de oliva virgen extra, y a saborear un entrante ligero, sabroso y nutritivo.
Ingredientes (4 comensales)
- 1 romanescu
- 2 rodajas de queso rulo de cabra
- 1 manojo de espinacas frescas
- 2 ajos tiernos
- 4 c/s de maíz dulce
- shichimi (o las especias que prefieras)
- aceite de oliva virgen extra
- sal.
Elaboración
Corta las flores del romanescu, lávalas y escúrrelas bien. Lava y seca también las espinacas y pela los ajos tiernos, pícalos y reserva.
Pon en una bandeja de horno el romanescu, sálalo al gusto y riégalo con un poco de aceite de oliva. Introduce la bandeja en el horno precalentado (con el ventilador o arriba y abajo) a 180º C y déjalo hasta que el romanescu se dore, dale vueltas de vez en cuando para que se tueste de forma homogénea.
Añade entonces los ajos tiernos y cubre la bandeja con papel de aluminio o papel vegetal y hornea hasta que el romanescu tenga la textura deseada. Cuando esté listo, retíralo del horno. Pon en una fuente o plato que no sea llano las hojas de espinaca y sobre ellas sirve el romanescu, reparte el maíz dulce y el queso de cabra troceado. Vuelve a introducir en el horno para que el queso se funda.
Sirve el romanescu al horno espolvoreando las especias y regando con un hilo de aceite de oliva. Por cierto, unas tiras de bacon crujiente también acompañará muy bien. ¡Buen provecho!