Esta es una de las recetas de risotto que nos sorprende que no hayamos compartido antes con vosotros, pues la llevamos haciendo unos años de vez en cuando, es muy sabrosa, fácil de hacer y económica, y además el Risotto de espárragos verdes y tomates secos gusta a todos, de hecho, con algunos de los hijos de nuestros amigos ha servido para que coman tanto el tomate como los espárragos, ya sabéis que hay niños problemáticos a la hora de comer ciertos alimentos. Pero es que el risotto está tan rico…
Si a vosotros también os encanta, empezad ya a tomar nota de la receta, veréis que se necesitan pocos ingredientes y que su elaboración es muy sencilla. Elegid un buen caldo vegetal para aportar sabor al arroz, sumándose al que también aportarán espárragos, tomates y queso. Y elegid un buen arroz para risotto, pues no todos los arroces de grano redondo dan el mismo resultado. Esperamos que disfrutéis de este risotto de espárragos y tomates secos tanto como nosotros.
Ingredientes (4 comensales)
- 1 litro aprox. de caldo vegetal
- 3 ajos tiernos
- 40 gramos de tomates secos en aceite
- 185 gramos de espárragos verdes
- 150 gramos de vino blanco
- 280-300 gramos de arroz arborio o similar
- 60-80 gramos de queso parmesano recién rallado
- c/n de aceite de oliva virgen extra
- sal (opcional).
Elaboración
Pon el caldo a calentar y así se añadirá caliente al arroz durante su cocción para no frenarla. Pela los ajos tiernos y córtalos finos, corta los tomates después de escurrirlos en juliana (no muy fina) y después en trozos más pequeños, pero no demasiado. Retira la parte dura de la base de los espárragos, lávalos y córtalos con un tamaño inferior a un dedo de grosor, excepto las puntas y reserva algunas crudas para decorar (opcional).
Pon en una cazuela un chorro de aceite de oliva virgen extra y cuando esté caliente incorpora los espárragos, añádeles una pizca de sal (opcional, porque el caldo y el queso ya llevan sal que puede ser suficiente), saltea un par de minutos y añade los ajos tiernos y los tomates secos, y baja el fuego a temperatura media-alta.
Cuando los ajos estén dorados, añade el arroz y rehógalo hasta nacararlo, entonces vierte el vino y deja que se evapore. Una vez que se haya consumido el vino, empieza a añadir el caldo a razón de cerca de un vaso o algo menos, se puede ir echando a chorro del cazo en el que está calentando o de una jarra, cantidad suficiente para que vaya hidratando el arroz que va cociendo. Ve moviendo con la cuchara de madera todo el rato.
No añadas una nueva tanda de caldo hasta que se haya absorbido el anterior, y la última vez que viertas caldo añade también el queso parmesano recién rallado, reservando unas lascas para la decoración. Mueve bien con la cuchara o espátula para que el queso se integre y haga el arroz más cremoso.
Acabado y presentación
Sirve el risotto de espárragos y tomate cuando esté un poco más suelto de lo deseado porque a medida que pasan los minutos se va secando. En caso de que quede seco porque haya que esperar, se puede añadir un poco más de caldo y volver a mezclar. Termina el plato con unas lascas de queso parmesano y con las puntas de espárragos reservadas, se pueden tomar crudas, pero si se prefiere, se pueden escaldar. ¡Buen provecho!
Abreviaturas
c/s = Cuchara sopera
c/p = Cuchara de postre
c/c = Cuchara de café
c/n = Cantidad necesaria