Rigatoni con hinojo y aceitunas

Un plato de pasta siempre es un buen entrante, así que hoy os proponemos unos Rigatoni con hinojo y aceitunas que seguro que os encantarán. Como siempre, es una elaboración sencilla que podemos elaborar cualquier día de la semana, seguro que vuestros comensales dejarán el plato limpio.

Es evidente que la pasta con tomate es uno de los mejores inventos culinarios, además, a partir de ahí podemos realizar múltiples recetas con distintos matices. Nos gustaría conocer también vuestras propuestas, dado que la pasta es un plato que se encuentra en todos los hogares a menudo. De momento os animamos a que probéis esta receta de Rigatoni, cuando la probéis, contadnos qué os ha parecido.

Ingredientes (4 comensales)

• 400 gramos de rigatoni (u otro tipo de pasta corta)
• 3 chalotas
• 3 dientes de ajo
• 1 bulbo de hinojo
• 400 gramos de tomate natural triturado
• 1 lata de aceitunas negras sin hueso
• 1 ramita de romero
• queso emmental rallado
• pimienta negra recién molida
• 1 pizca de azúcar
• aceite de oliva virgen extra
• sal.

Elaboración

Cuece la pasta en abundante agua salada como haces normalmente. Pela el hinojo y córtalo en daditos, pela y pica las chalotas y los dientes de ajo, corta en rodajas las aceitunas negras.

En una sartén amplia pon un chorrito de aceite de oliva y rehoga a fuego medio el hinojo, pasados unos minutos incorpora las chalotas y los ajos y continúa a fuego lento la cocción, hasta que la cebolla esté tierna, si el hinojo queda un poco crujiente, es una delicia después en la degustación.

Incorpora después el tomate triturado, salpimenta al gusto, añade una pizca de azúcar para regular la acidez y las aceitunas negras. Haz la salsa a fuego medio-bajo, hasta que el agua de los tomates se haya evaporado.

Cuando los rigatoni y salsa estén hechos, mézclalos bien antes de servir.

Emplatado

Si dispones de tiempo, pon los Rigatoni con hinojo y aceitunas en una bandeja de horno, cúbrelos con el queso emmental y gratina. En caso contrario, sirve la pasta reparte un poco de queso en cada plato y un hilito de aceite de oliva, dale un golpe de calor en el horno o en el microondas y sirve cuando el queso se haya fundido. ¡Buen provecho!