Desde la alerta de la retirada de cereales de Lidl por toxicidad el pasado mes de febrero a causa de la migración de la tinta (con 4-metilbenzofenona) de la caja hacia los cereales de desayuno, no tenemos más noticias que unas declaraciones que dejan mucho que desear. La directora de Evaluación de Riesgos de la AESA (Autoridad Europea para la Seguridad Alimentaria), afirma que no hay datos que confirmen los riesgos para la salud de la metilbenzofenona por intoxicación de estos cereales de desayuno.
La Comisión Europea solicitó a la AESA que evaluara el riesgo y el daño que podría ocasionar en la salud humana la sustancia química hallada en los cereales de desayuno. Riita Maijala, la directora de Evaluación de Riesgos de la AESA, publica que, aunque la migración del producto químico de los envases al alimento no es deseable, sólo en casos de altas exposiciones podría provocar riesgos de salud para los niños (para este valor se basan en el percentil de consumo de cereales para el desayuno de los niños de Irlanda con edades comprendidas entre los 5 y los 12 años, porque es la cifra más alta de consumo en la UE según les consta). A su vez afirma que sus conocimientos están limitados, y son necesarios más análisis e investigaciones para evaluar los riesgos para la salud de la metilbenzofenona.
Si cree que con estas palabras alivia la preocupación de los adultos que son conscientes de haber tomado o proporcionado a sus hijos los cereales contaminados, tanto en España como en Alemania, Bélgica o Grecia, están equivocados. Este tipo de alarmas además afectan a otros productos similares, ya que no tenemos conocimiento de qué tinta y que componentes químicos llevan los envases de cereales de otras marcas, o incluso de otros productos.
La EFSA concluyó que el consumo de cereales de desayuno contaminados, a corto plazo no debe suponer un riesgo para la población (generalizando), sin embargo, por los estudios de toxicidad de una sustancia similar, la benzofenona, y la estructura química que posee, posiblemente el 4-methylbenphenone sea un agente cancerígeno pero que no causa daños al material genético de las células.
La similitud entre la benzofenona y la 4-metilbenzofenona puso la alerta sobre la toxicidad de los cereales de desayuno, aunque están a la espera de conocer cuáles son los niveles más bajos en los que la benzofenona ha provocado daños en experimentos con animales. Pero insisten, no se conoce la 4-metilbenzofenona ni si afectaría igual en animales que en seres humanos. Se tiene que reevalurar la ingesta diaria tolerable de la benzofenona, cuya última evaluación se realizó en 1992. Se espera que la actualización esté disponible a finales de 2009.
La verdad es que nos van a obligar a demandar en el etiquetado de los alimentos, no sólo los ingredientes y los aditivos que contienen, sino todo lo que han utilizado para hacer el envoltorio, la caja y los llamativos colores que la ilustran.