Según diversos estudios y las agencias de seguridad alimentaria, al calentar los alimentos en envases aptos para ser introducidos en un horno convencional o en microondas, se produce una migración de sustancias químicas del recipiente a los alimentos, aunque esta migración es reducida y está por debajo de los valores estipulados por la regulación. Sin embargo, sí existe riesgo al recalentar los alimentos preparados envasados, la migración de sustancias se puede incrementar de forma significativa.
Así se concluye en la investigación llevada a cabo por la ANSES (Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria
de la Alimentación, Medio Ambiente y Salud Ocupacional). En las etiquetas y prospectos de estos envases se suele advertir que no se debe volver a recalentar la comida en el mismo recipiente, aunque algunos consumidores ni siquiera han leído estas advertencias y es posible que recalienten una comida que ya fue calentada en su momento.
Los cambios en los patrones de comportamiento y consumo de alimentos ha provocado que la industria ofrezca soluciones innovadoras, que permitan a los consumidores tomar comidas que sólo necesitan ser calentadas. En este sentido, la legislación responsabiliza a las empresas de la seguridad de los procesos de calentado de comidas preparadas y exige que proporcione en las etiquetas las correspondientes instrucciones para un uso seguro y apropiado de estos alimentos envasados.
Pero existe poca literatura científica sobre el impacto de las distintas formas de recalentar los alimentos y la exposición de los consumidores a esas sustancias que están presentes en los materiales de los envases. Esta es la razón por la que la ANSES, en colaboración con el Instituto Nacional de Consumo del país, decidió llevar a cabo un estudio sobre este tema. En esta investigación se realizaron varias pruebas con diferentes tipos de envases, bandejas, bolsas que se pueden utilizar en el horno o en el microondas, bolsas aptas para cocinar al vapor, etc. Según los expertos, independientemente del tipo de alimento que estaba envasado, el material más utilizado en este tipo de recipientes era el polipropileno.
En la investigación realizada con bandejas de polipropileno aptas para ser calentadas en el microondas o en el horno, se realizaron las pruebas bajo tres condiciones, temperatura ambiente, calentamiento en el microondas siguiendo las recomendaciones del fabricante, y recalentamiento. En los tres casos se reveló la presencia de una sustancia que denominan POSHs y que se puede utilizar como lubricante, sólo en el recalentamiento a temperaturas elevadas el nivel de esta sustancia se incrementó considerablemente superando los valores permitidos por la reglamentación.
A fin de limitar estos riesgos, la agencia francesa recomienda que los consumidores sigan cuidadosamente las indicaciones e instrucciones del fabricante sobre los métodos para calentar la comida preparada. Es necesario respetar los tiempos de cocción y la temperatura proporcionada por el fabricante, y por supuesto, evitar recalentar la comida en el mismo envase por el riesgo de migración de sustancias químicas a la comida.
La agencia realiza las siguientes recomendaciones:
• Es necesario comprobar que el alimento envasado está en buenas condiciones y se puede utilizar en el horno o el microondas, esta información debe ser proporcionada por el fabricante.
• No hay que guardar esos envases que son de un solo uso como envases para calentar o cocinar comida en el microondas, estos envases deben ser desechados tras su uso.
• Es preferible calentar la comida durante más tiempo y a baja potencia, por ejemplo, es mejor calentar durante dos minutos a una potencia de 650W, que calentar la comida en sólo 50 segundos a una potencia de 1270W, especialmente si no se han proporcionado instrucciones específicas de uso en esos envases aptos para calentar la comida en el microondas.
• No utilizar envases que muestren signos de desgaste o estén dañados.
Con respecto a los alimentos ácidos, como por ejemplo recetas que contengan zumo de limón o tomate entre otros, la agencia recomienda no calentarlos en el horno con papel de aluminio, ya que la acidez incrementa la migración de compuestos del papel de aluminio a la comida.
Podéis conocer más detalles sobre el estudio realizado a través de la página oficial de ANSES.
Foto | Yutaka Tsutano