Reverse vending se puede traducir como máquina expendedora inversa, conocido también como el ‘vending ecológico’. ¿De qué se trata?, pues en lugar de introducir monedas para extraer un producto, se introduce el envase del producto consumido (vasos de poliestireno, botellas PET, latas de aluminio, envoltorios plásticos, papel, vidrio, etc.) y se obtiene algún tipo de incentivo, pudiendo ser dinero, vales descuento, entradas para algún evento, etc. ¿No os parece una excelente iniciativa?
Las Reverse vending son máquinas de reciclaje de residuos, una vez se introduce el envase, en el interior se comprime para reducir el volumen y disponer de mayor capacidad, y lo almacena. Hay máquinas que incluso realizan la selección de distintos materiales y los separa en el interior. Estas máquinas son muy populares en los países en los que hay mayor preocupación por el reciclaje y el cuidado del medio ambiente, como Noruega o Alemania, España no es precisamente un ejemplo.
Leemos en Hostel Vending que también se están haciendo pruebas en Estados Unidos, Dunkin Donuts y Coca Cola están participando en ello con Tomra, el fabricante noruego de estas máquinas vending de reciclaje. Se han instalado una reverse vending en el establecimiento de Dunkin Donuts en la ciudad de Providence y al parecer, el incentivo es un regalo, entradas para los eventos deportivos, aunque hay que sumar 100 transacciones para obtenerlo.
Disponer de una reverse vending es un negocio aunque en principio no lo pueda parecer, además de que la empresa que lo tenga en sus instalaciones vende esa imagen que ahora tanto gusta dar, de responsabilidad ecológica y social, si se trata de comercios ayuda a que suban las ventas, es lo que se ha comprobado en los supermercados Tesco de Reino Unido.
Este tipo de máquinas están pensadas para instalarlas en distintos organismos públicos y empresas, sobre todo allí donde se encuentren las máquinas expendedoras tradicionales, de bebidas, snacks, ‘fruta’, etc. En apariencia son máquinas muy similares, por lo que su instalación es factible en casi cualquier lugar, apenas hacen ruido, son fáciles de usar e incluso puede convertirse en un medio publicitario si incorporan un monitor LCD para proyectar vídeos.
Al parecer, en España están las reverse vending contadas, siendo el Hospital de la Paz de Madrid el primer lugar en el que se instaló hace apenas siete meses, también se han instalado recientemente en Asturias y Euskadi. No hay duda de que motiva más introducir un envase en la máquina para recibir algo a cambio, que utilizar una papelera tradicional, es como volver al reciclaje de antaño, cuando las botellas eran retornables y todos guardábamos los cascos sin ningún problema. También habría que volver a ello ¿no?