Hoy abre sus puertas el restaurante Petit Comitè de Fermí Puig, reconocido chef del Restaurante Drolma ubicado en el Hotel Majestic de la ciudad Condal y en el que brilla una estrella Michelin. El nuevo restaurante se encuentra muy cerca, entre Passeig de Gràcia y Rambla de Catalunya, en el Pasaje de la Concepción nº 13 de Barcelona, y el día de su inauguración ya tiene las mesas llenas.
El Restaurante Petit Comitè de Fermí Puig ofrece cocina tradicional catalana con un precio medio por comensal de 50 euros en carta y 38 euros si se toma un menú de tres platos y postre, pero sin bebida. El cocinero catalán necesitaba expresar su pasión y su sabiduría culinaria en torno a la cocina catalana, la que aprendió de su madre y su abuela, la que forma parte de la cultura gastronómica de sus raíces.
Seguramente que será muy valorado por los clientes el horario del nuevo restaurante, pues estará abierto todos los días del año de 13:00 horas a 01:00 horas, excepto el 25 y el 31 de diciembre. ¿Quiere decir esto que a cualquier hora se puede pedir un menú o comer a la carta?, si es así, sería un lujazo, aunque no para todo el mundo claro.
Está siendo algo habitual que los chefs que han despuntado en la cocina de vanguardia se ramifiquen creando nuevos establecimientos de cocina tradicional, otro ejemplo lo encontramos con Carles Gaig, chef y la reciente apertura de la Fonda Gaig.
Nuevas fórmulas de restauración basadas en la tradición culinaria con la aplicación de las nuevas tecnologías para satisfacer a los comensales. Los nombres de los prestigiosos chefs en un nuevo local ya es un buen punto de partida, si a esto se suma que el precio medio de una comida en el nuevo establecimiento es más económico que el anterior, tienen ganados dos tantos. El tercero es que se ofrecen platos que gustan a todos los comensales, con sabores de siempre y con una mínima calidad garantizada.
Esto es el anuncio (o ya un hecho) de un cambio en el sector de la restauración, los grandes chefs van a seguir llenando su local, el nuevo, el más económico, el tradicional, pues abren las puertas a un mayor número de paladares.