En el programa de actividades que organizaron para nuestra asistencia a la XVII Festa do Queixo de San Simón da Costa, celebrada el pasado fin de semana en Vilalba (Lugo), entraba el descubrir la cocina de uno de los restaurantes de Paradores, con un menú degustación que como cabe esperar, tenía como ingrediente estrella el queso D.O.P. San Simón da Costa, y éste es el que os vamos a mostrar a continuación, el Encuentro Gastronómico Queso San Simón da Costa en el Restaurante Parador de Vilalba.
Antes de empezar se presentó el chef del Restaurante del Parador de Vilalba, Marcos Domínguez, explicándonos cómo iban a presentarse los aperitivos en primer lugar, y acompañándonos antes del servicio de cada uno de los platos que conformaban el menú, para hacer lo propio.
Nos encantó poder confirmar que Paradores ha apostado fuerte y muy bien para renovar su cocina, veréis a continuación (aunque lo mejor es que lo vayáis a probar) que en el Restaurante del Parador de Vilalba, gracias a la creatividad y buen hacer de Marcos Domínguez, se puede disfrutar de la cocina de proximidad, con recetas tradicionales puestas al día con mucho gusto.
Sin duda, rindió un delicioso tributo a los productos de la comarca de Terra Chá, empezando con una Empanada de raxo con doble pan de San Simón. Nos explica que el raxo es muy tradicional, es como un picadillo de matanza, y es una empanada que está espectacular, lo valoramos mucho porque en la zona de El Bierzo, donde sabéis que tenemos raíces, también es muy tradicional la empanada con distintos rellenos, y estar acostumbrados a comer las más artesanas y mimadas empanadas, nos permite comparar con otras empanadas que sólo saben a tomate frito.
La Empanada de raxo de Marcos es exquisita, una masa muy especial y además con un poco de queso San Simón con ese toque ahumado, os podéis imaginar. El siguiente aperitivo es la Crema de chícharos con palito de San Simón, una crema de guisantes con un tierno bastoncito que aparentaba ser un crujiente de hojaldre con sésamo, pero el queso estaba en su interior, por lo que resultaba tierno, buen compañero de una crema de guisantes suave y de sabor natural.
El tercer aperitivo, unas deliciosas Croquetas de caponciño y queso de San Simón. De verdad que no estamos exagerando, los tres aperitivos honraban a la buena cocina. Las croquetas con capón de Vilalba, que como sabéis es también un producto de calidad de la tierra, estaban cremosas y llenas de sabor, pronunciado el sabor ahumado del queso, con un rebozado fino y crujiente, llamativa también la presentación, las tres croquetas parecían caer de una cesta de pasta filo.
Pasamos al entrante con una Vieria crujiente sobre crema de San Simón y tramezzino de grelos, este plato está basado en la tapa que Marcos presentó el pasado año en el ‘Concurso de Tapas con Queso de San Simón da Costa’, y con la que se alzó como ganador. Premio merecido, un bocado muy equilibrado en texturas y sabores, no dejéis de probarlo si tenéis oportunidad, combinando la vieira con el tramezzino y la crema de queso, y ya nos contaréis qué os parece.
El plato principal de pescado fue el Rape negro acompañado de risotto de San Simón, el rape, albardado con panceta para hacerlo más jugoso, así lo estaba, un buen punto de cocción que aún nos pareció mejor en los langostinos que lo acompañaban, quizá en apariencia (en las fotografías) no dé esa sensación, pero ya sabéis que nos gustan jugosos, poco hechos, y estas hermosas piezas así estaban. El punto de cocción y la cremosidad del risotto fue lo que pecó en este plato, pensamos que éramos muchos en la mesa y ya conocemos la delicadeza del arroz, hay que estar muy pendiente de él y cuando está hecho, no se le puede hacer esperar. Sobre el rape, un golpe de mar presentado con un aire de codium que nos encantó.
Qué decir de la carne de ternera gallega, tierna, sabrosa, casi como mantequilla se presentaba el Solomillo de ternera gallega con relleno de San Simón y reducción de mencía. La guarnición no escondía su sabor, un puré de patata violeta y raíz de loto, para repetir y repetir.
Llegamos al postre muy satisfechos, pero era un postre suave y de paso agradable, un Semifrío de queso San Simón montado en una fina bica de maíz, con crema de membrillo y frutos secos. Además, unas fresas estofadas con menta y para alegrar el paladar, corona el semifrío unos peta zetas de chocolate.
La bodega que acompañó a este menú, Agua Mineral Mondaríz Selección, Vino Blanco D.O. Monterrei, Vino Tinto D.O. Ribeira Sacra y no faltaron los aguardientes y licores gallegos. Podéis imaginar lo que disfrutamos, y que es un restaurante para recomendar, esperamos que no pase mucho tiempo hasta que tengamos oportunidad de volver a Villalba y conocer más platos de la carta del restaurante Parador de Vilalba.