Restaurante Monastrell

En Alicante, junto a La Taberna del Gourmet de la que os hablamos recientemente, se encuentra el Restaurante Monastrell, un espacio gastronómico en el que disfrutar del producto de la Comunidad Valenciana en el que se recrea su chef, María José San Román, para sacar lo mejor de él, y lo consigue sobradamente.

El Restaurante Monastrell, se esconde tras una puerta metálica que protege un ambiente moderno, elegante, abierto y acogedor, del tumulto exterior. Su diseñador lo define ‘como si de un cofre se tratara’, y el tesoro está en su interior, decorado en madera, aluminio y piedra natural, no hay nada que robe la atención del comensal para que la gastronomía sea la única protagonista.

Acudimos a cenar al Restaurante Monastrell para descubrir la afamada cocina de María José San Román, y fue una satisfacción de principio a fin, la atención y el servicio fue plausible, joven y experimentado servicio de sala, disfrutamos además de la compañía de la chef, y sobre los platos, ahora lo veréis, podréis hacer una valoración, pero las imágenes no hacen justicia a la realidad, el Monastrell es un restaurante de visita obligada en Alicante.

Para empezar solicitamos recomendación sobre un vino de la zona, y nos sugirieron disfrutar de un Monastrell haciendo honor a la tierra y al nombre del restaurante, fue un vino de D.O. Alicante, El Sequé 2007, un vino sabroso, carnoso, con fruta madura y notas balsámicas, un buen maridaje con todos los platos que degustamos.

El aperitivo estuvo compuesto por una Salsa de tomate orgánico con finas rebanadas de pan tostados. Dicha salsa está elaborada con los tomates que María José San Román nos comentaba en el vídeo de este post, tomates que cultivan en un proyecto junto a Santiago Orts de ‘El Huerto del Cura’. Tomate triturado y bien aliñado que sobre el pan, nos dejó saborear el fruto natural.

También nos sirvieron unos Bricks de cordero crujientes, delicados y sabrosos, y una quenelle de Paté de calamar de potera con crujiente de tinta de calamar, una atractiva presentación para un juego de sabores muy tradicional en tierras marineras.

El primer entrante del que disfrutamos muchísimo fue el Espumoso de queso de oveja con alcachofas, setas y jugo de ibéricos. Como os explicamos en la leyenda de la galería de imágenes, cada cucharada de este plato es una sorpresa para el paladar. Amantes del queso como somos, saboreamos plenamente el plato que contrastaba texturas y sabores ofrecidos por chantarellas y níscalos, jamón crujiente, perlas de ibérico, alcachofitas, azafrán…

También sorprendente a la vista y al paladar fue el siguiente entrante, el Jardín de verduras de Alicante con yema de huevo y polvo de setas. La base es una alfombra de acelgas prensadas, pero muy ligeras y suave en boca, cubiertas por verduritas al dente, frescas y crujientes, una yema cocida a 65º C, polvo de setas y trufa blanca para redondear el plato. Romper la yema y mezclar, una delicia para el paladar.

El mar y la tierra se conjugaron con mucho gusto en este Fondo marino de calamar con vieiras, coliflor y espárragos verdes. El fondo, con un intenso y muy respetuoso sabor a calamar, lo sirvieron en la mesa, sumergidas quedaban las verduras, el calamar laminado y tierno, la jugosa vieira. Potenciaba el sabor a mar el alga wakame y en la boca estallaban unas pequeñas perlas de azafrán.

El plato principal de pescado fue la Ventresca de atún con escalibada y reducción de Cabernet Sauvignon, un plato correcto, la ventresca estaba sencillamente marcada en la plancha, se apreciaba la calidad del producto.

Nos alegró más la Chuleta de vaca gallega como roast-beef con mollejas, setas y trufa, las mollejitas eran un regalo crujiente y sabroso que no nos cansaría repetir, la carne muy jugosa, con un sabor respetado y un aderezo muy equilibrado.

El postre es una golosina deliciosa, Milhojas crujiente de plátano con miel de níspero y menta, suave, dulce sin empalagar, y especialmente ligero, ideal para culminar la cena, además, muy bien regado con un Casta Diva aromático, con notas de nísperos y cítricos, fresco y muy agradable.

Sólo un problema después de probar la cocina del Restaurante Monastrell de María José San Román, que conquista, e invita a querer recorrer toda su carta, a seguir descubriendo sabores y a apreciar el producto al que tanto mimo prodigan. Alicante nos espera, y también a vosotros.

Actualización
Restaurante Monastrell 2012

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