En la zona residencial de Hondarribia conocida como La Campiña se encuentra el Restaurante Abarka, un establecimiento que tiene medio siglo de historia y que desde hace 26 años está en manos de Luis Mari Bujanda y su esposa Lupe Frutos. Antes de acceder al restaurante tienes la sensación de entrar a una gran casa ubicada en un terreno de unos mil metros cuadrados, con sus jardines, terrazas, barbacoas… y una vez dentro te encuentras con lo más parecido a un hogar.
Lupe Frutos tiene mano fina para que cada rincón del restaurante sea entrañable, resulte cómodo y apacible, tanto en mobiliario como en motivos decorativos, flores cálidas, fruteros repletos, lámparas que ofrecen distintos tipos de iluminación, distintos ambientes… en un día de los que más brilla el sol puedes disfrutar de la comida en un escenario rodeado de árboles o el jardín, y también de la más atractiva intimidad. En cualquier caso, el Restaurante Abarka es un lugar que transmite sosiego y tranquilidad, lo necesario para disfrutar de la buena mesa.
Con este aspecto sobradamente cubierto, hay que entrar en la cocina, donde tiene espacio privilegiado el producto, de eso se encarga Luis Mari Bujanda, quien se rodea de los mejores proveedores de proximidad, y a diario, cada mañana, sale a realizar la compra para poder seleccionar y palpar el producto que va a ofrecer a los comensales. Somos testigos de ello, durante nuestros días en Hondarribia fuimos compañeros en la mesa de jurado del Campeonato de Pintxos, compartimos buenos ratos con Luis Mari, excepto por las mañanas, cuando debía ir al mercado para surtir su cocina con lo más fresco. También lo experimentamos cuando estando en la mesa, llegaban los preciosos salmonetes que podéis ver en la galería de imágenes.
También pudimos comprobarlo en la cocina, y aquí es momento de presentaros a Natxo Gracia, el jefe de cocina del Restaurante Abarka, que tiene la virtud de pronunciar las mejores cualidades de cada producto. Os preguntaréis por el tipo de cocina que se elabora en el restaurante hondarribitarra, pues es la cocina vasca tradicional con algunos guiños de vanguardia, con presentaciones elegantes y cuidadas que son el preludio de lo que ofrecerán en el paladar.
Hoy en día parece muy difícil que un restaurante aúne buen producto, cocina, servicio y un espacio confortable, del mismo modo, sorprende la facilidad que tienen de ofrecer esta armonía en el Restaurante Abarka. Uno de los secretos es que disfrutan de su trabajo y les encanta hacer disfrutar a quienes les visitan, lo decimos desde la profunda satisfacción generada tras nuestra visita a esta gran casa (y desde la tristeza de no tenerla más cerca).
Es necesario destacar que como paraíso del yantar, quieren llegar a todos los públicos y ofrecen varios tipos de menús degustación, además de la carta, pudiendo disfrutar de una excelsa comida por 30-50 euros, excelsa por lo que ya os hemos comentado, trabajan con los mejores productos, buenas carnes, pescados y mariscos, no se quedan atrás las verduras y hortalizas. Disponen en su carta de pescados para compartir como el rape de 4 o 5 kilos, cogote de merluza, rodaballo salvaje… y son buenos ejemplares, imaginad las kokotxas que preparan… Lo mejor para comer en Abarka es dejarse guiar por Luis Mari Bujanda, quien será el mejor anfitrión de una comida inolvidable.
También es generosa la carta de vinos, con mayor oferta de los vinos de La Rioja, seguidos de Ribera del Duero, Navarra o los vinos catalanes. Dejándonos aconsejar por Luis Mari, nuestra comida fue armonizada por ‘el blanco’ de Dinastía Vivanco y el tinto Campillo Reserva 2001, buenas selecciones para acompañar los platos que os comentamos a continuación, abriendo boca con unos Mejillones de roca de tamaño moderado pero de intenso sabor, apreciad en la fotografía el estriado y el color azulón de su concha.
Ya estábamos preparados para recibir el primer plato, una Ensalada de vieira y salmón ahumado natural. El mar en el plato, acompañado de los brotes más frescos que esa mañana trajeron del mercado de Biarritz, un suave aderezo para completar sin restar protagonismo a una vieira tierna y jugosa bien marcada, el salmón que se abría en lascas, y ofrecía esa textura que tanto nos agrada, casi crudo, con un sutil aroma ahumado.
Seguimos con un Ajoarriero con bogavante y huevo de caserío, exquisito hasta el punto que no pudimos evitar mojar pan (recién horneado) hasta ver el blanco del fondo del plato. Si conocéis un poquito nuestros gustos, sabéis que con las elaboraciones con tomate somos un poco especiales, o nos han hecho ser especiales por haber probado platos en los que se apoderan de todo el sabor y además se hacen pesados de digerir. El Ajoarriero de Natxo Gracia es un festín de sabores en el paladar, se pueden identificar las verduras que contiene, el tomate ofrece su sabor natural, la proteína marina resulta jugosa, y el huevo aporta esa untuosidad tan agradable…
El plato principal fue el Magret de pato con taco de foie y verduritas, unas vainas tiernas en esta ocasión, pues se suelen acompañar con las verduras más frescas de las que dispongan. El magret de pato estaba en su punto de cocción, rosadito, tierno y jugoso, a su lado un champiñón soportaba un cremoso taco de foie, todo ello enriquecido con un demi glace de buey que tampoco dejó muestra en el plato.
Terminamos el menú con los postres, teníamos poco tiempo para salir hacia el aeropuerto de regreso a casa, pero no podíamos dejar de probar los postres caseros del Restaurante Abarka, no os los perdáis vosotros tampoco. En nuestra comida probamos un surtido con algunas de las elaboraciones más destacadas del restaurante, empezamos con el Helado de queso fresco para refrescar el paladar, delicioso. Increíble el Buñuelo de chocolate, no sólo por su presentación en forma de coulant, su degustación es exquisita para los más golosos y para los que no lo son tanto. Y para finalizar, una cremosa Torrija caramelizada, elaborada con un bizcocho casero empapado en leche y nata, no falto el suave toque de canela.
El Restaurante Abarka es un espejo en el que muchos restaurantes se deberían mirar, y muchos lo harán ahora que el ‘boom’ de la creatividad se ha dado un respiro y la tendencia mira hacia la filosofía de Luis Mari, Lupe y Natxo, ofrecer cocina tradicional actualizada, como base el producto, con magia en las manos del cocinero y con el espacio y la atención que gusta ofrecer y recibir.
Desde que llegamos a Hondarribia nos enamoraron sus calles, su patrimonio… (y lo que nos quedó por ver), ni que decir sus gentes. Allí nos esperan y sin duda, volveremos.
Restaurante Abarka
Baserritar etorbidea, 36
20280 Hondarribia
Tf. 943641991