Una de las regiones vinícolas españolas que nos gusta ir descubriendo poco a poco es Toro, Denominación de Origen que cuenta con unas 62.000 hectáreas de terreno, de las que dedica 8.000 al viñedo y tiene alrededor de un millar de viticultores inscritos en el Consejo Regulador. La D.O. Toro se sitúa al sureste de la provincia de Zamora y suroeste de la provincia de Valladolid, y hablando de términos municipales comprende, de Zamora: Argujillo, Bóveda de Toro, Morales de Toro, El Pego, Peleagonzalo, El Piñero, San Miguel de la Ribera, Sanzoles, Toro, Valdefinjas, Venialbo y Villabuena del Puente. Y de Valladolid: Villafranca de Duero, San Román de Hornija y Pedrosa del Rey con el Pago de Villaester de Arriba y el Pago de Villaester de Abajo.
La Tinta de Toro es la variedad autóctona y se utiliza para hacer vinos tintos y rosados, pero también se producen otras variedades de uva, como la Garnacha Tinta, la Verdejo, la Malvasía Castellana, la Albillo Real y la Moscatel de Grano Menudo. El Consejo Regulador contempla la elaboración de vinos blancos, rosados y tintos, y entre éstos últimos podemos encontrar vinos jóvenes, jóvenes roble, crianzas, reservas y grandes reservas. El último que hemos probado es un monovarietal de la Bodega Rejadorada, es el Rejadorada Roble 2018, 100% Tinta de Toro, cuya etiqueta podéis ver en las imágenes.
La bodega puede considerarse joven, nació en 1999 como proyecto de Luis Remesal y Jose A. Fernández, instalándose en un palacete del siglo XV en el municipio de Toro, es fácil deducir su nombre, ‘Palacio de Reja Dorada’. Leemos en su web que cuatro años después la bodega crece con una nueva instalación en San Román de Hornija, donde trabajan con equipos e instalaciones más modernas, pero manteniendo los métodos antiguos de elaboración de vinos, con todo el mimo en cada proceso para lograr vinos finos, complejos y armoniosos. Y sabemos también que actualmente están al frente de la bodega Mario Remesal, gerente desde 2013, y el enólogo Roberto Martín.
Debemos decir que si os despierta interés probar este vino de la D.O. Toro, es probable que encontréis con más facilidad el de la añada 2019, en cualquier caso, los creadores de Rejadorada Tinto Roble explican que tiene una evolución positiva a lo largo de cinco años. Sobre su proceso de elaboración, empieza con una vendimia manual de las viñas de entre 20 y 40 años de antigüedad, y en bodega se realiza la selección de la uva. Se le proporciona una fermentación a temperatura controlada durante 20 días y un envejecimiento de seis meses en barricas de roble francés y americano (50%).
Por su relación calidad-precio, se puede comprar en bodega por poco más de 7 euros, podemos considerar que es un vino correcto, antes de contaros algunas de sus características debemos decir que tengáis el dato del precio en cuenta porque también lo hemos visto en algunas tiendas de vino rondando los 10 euros, y a este precio se pueden encontrar (a nuestro parecer) vinos con más personalidad, más ricos.
No obstante, hay que decir que el Rejadorada 2018 es un vino fácil de tomar y muy fácil de armonizar con platos ligeros, con arroces, con pasta, con carnes blancas y rojas… Una vez en la copa podemos contemplar un color rojo violáceo intenso y una lágrima ligera, es limpio y brillante. Nos llevamos la copa a la nariz y los aromas nos despiertan mucho más que unas notas tostadas y dulces, lo que se confirma en boca, donde se aprecian frutos rojos dulzones, y algo de madera.
De buena entrada, equilibrado, no demasiado persistente… dejando el vino en la copa poco a poco aumentan matices en nariz y en boca, más especiados, pero manteniendo sus notas dulzonas que hacen que sea un vino para tomar fresco y con platos como los antes mencionados.