El pasado mes de agosto la empresa israelí Aleph Farms solicitó a la FSA (Agencia de Normas Alimentarias del Reino Unido) la aprobación de la carne de cultivo celular en Reino Unido, un proceso para el que, según la legislación vigente, la FSA puede tardar unos dos años en conceder la autorización. Pero en esta ocasión el tiempo de espera podría reducirse, ya que el gobierno del país quiere acelerar su legalización.
El principal argumento del gobierno del Reino Unido es que la carne de cultivo celular contribuye a garantizar la seguridad alimentaria de forma significativa, y es, además, una forma de carne más respetuosa con el medio ambiente, ya que su producción consume muchos menos recursos que la producción de la carne tradicional, se asocia a una menos emisión de gases de efecto invernadero, no contiene hormonas, antibióticos o pesticidas, está libre de microorganismos patógenos asociados a las toxiinfecciones alimentarias, etc.
¿Cómo se pretende acelerar el proceso de aprobación de la carne cultivada? Al parecer se ha planteado un acuerdo con Israel para colaborar en las investigaciones sobre la carne de cultivo, esta colaboración, en teoría, facilitaría que este tipo de carne pudiera estar disponible antes de tiempo en el mercado. Para los responsables de la FSA es una buena noticia, ya que consideran beneficioso un trabajo conjunto con Israel, país que tiene una gran experiencia en la sustitución de las proteínas animales, en el desarrollo de tecnología agrícola, etc.
El responsable de la FSA explica que es necesario garantizar la capacidad de la agencia para mantener muy altos los estándares de calidad alimentaria y la reputación internacional y, a su vez, favorecer la reducción de precios y ayudar al desarrollo de tecnologías que actualmente el mundo necesita (hablando de la carne de cultivo). El equipo de la FSA muestra su interés en aprender de otros países para apoyar el proceso regulatorio, recordemos por ejemplo que en Estados Unidos y Singapur está aprobada la venta de productos cárnicos de cultivo celular.
Sobre la legalización de la carne cultivada, la FSA se compromete al apoyo de la innovación empresarial en nuevos mercados mediante la implementación de una regulación que sea eficaz, efectiva y a su vez proporcionada, que garantice la protección y seguridad de los consumidores. El Gobierno del Reino Unido acoge con satisfacción el compromiso de la FSA, así como el reconocimiento que ha realizado sobre el potencial que tiene la carne de cultivo celular en la seguridad alimentaria.
Se considera que la colaboración con Israel acelerará la industria de la carne cultivada, ofreciendo más alternativas alimentarias a los consumidores y creando nuevos empleos enmarcados en la sostenibilidad, ya que al poder compartir información y mejores prácticas entre reguladores a nivel internacional (Reino Unido e Israel), favorecerá el acceso al mercado de las empresas que se dedican al cultivo de carne celular, siempre con los más altos estándares de seguridad alimentaria.
Claro, que según los responsables de la FSA, se requiere más financiación por parte del gobierno para esas investigaciones que puedan apoyar el proceso regulatorio del nuevo alimento. Esta situación ha servido para solicitar un aumento de 30 millones de libras en el presupuesto de la FSA, algo que probablemente se hará realidad por el interés que tiene el gobierno para que esta industria trabaje cuanto antes en el país.
Podéis conocer todos los detalles de esta noticia a través de este artículo publicado en el periódico digital Telegraph.