El secretario de comercio del Reino Unido, Liam Fox, no ha descartado la posibilidad de importar pollo lavado con cloro y carne de vacuno producida con hormonas de crecimiento de Estados Unidos tras el Brexit (salida del Reino Unido de la Unión Europea). El secretario considera que no existe discusión sobre la seguridad del pollo lavado con cloro, en realidad se trata de un tema de bienestar animal. Apunta, además, que no se trata de normas alimentarias en sí, siendo un debate diferente y más difícil de cuantificar, ya que las definiciones de la Organización Mundial del Comercio son poco claras.
Estas declaraciones tienen sentido, sobre todo sabiendo que Liam Fox es el responsable del departamento encargado de abrir nuevos mercados fuera de los acuerdos comerciales que Reino Unido tiene con la Unión Europea. El secretario insiste en decir que no va a rebajar las normas de seguridad alimentaria tras el Brexit, pero hay que decir que Estados Unidos ha estado presionando para que el mercado del Reino Unido dé paso a estos productos agroalimentarios como parte de cualquier negociación de libre comercio tras el Brexit.
En Estados Unidos se lleva a cabo el lavado de pollo con cloro a fin de eliminar los microorganismos patógenos, pero este método no se permite en la UE desde el año 1997, donde las prácticas de seguridad alimentaria tienen en cuenta otros tratamientos preventivos. Esta prohibición provocó que se bloquearan prácticamente todas las importaciones de carne de pollo procedente de los Estados Unidos a la Unión Europea. Para los consumidores del Reino Unido, el lavado de pollo representa la aparición de temores sobre el bienestar animal, las normas ambientales y la seguridad alimentaria, la mayoría no quiere carne de pollo lavada con cloro o carne procedente de animales tratados con hormonas de crecimiento.
De hecho, y según algunos estudios realizados en Dinamarca, Reino Unido y Finlandia, son muy pocos los consumidores que aceptan que la carne esté tratada con productos químicos, la mayoría de los consumidores no quieren que se lave la carne de pollo ni otros tipos de carne con productos químicos como el cloro. Consideran que es una amenaza para la seguridad alimentaria, de hecho, es algo que se contempla en la regulación Comunitaria. Si ciertamente el Reino Unido no pretende rebajar los estándares de calidad y seguridad en los alimentos, no se debería aceptar la entrada de este tipo de carnes procedentes de Estados Unidos.
Por cierto, recordemos que en 2017 Estados Unidos volvió a presionar para introducir en la UE la carne tratada con hormonas, asegurando que la prohibición de la Unión Europea no se basaba en evidencias científicas sobre la peligrosidad de las hormonas, sino en proteger los productos cárnicos comunitarios discriminando a la industria estadounidenses de la carne de vacuno. En este sentido, merece la pena destacar que se obviaba que existen evidencias de que algunas de las hormonas que se utilizan en la producción estadounidense pueden ser cancerígenas, de todo ello hablábamos aquí.
Las palabras del secretario y su negativa a descartar la posibilidad de que, tras el Brexit, puedan acceder este tipo de carnes al mercado del Reino Unido hacen sospechar, y más cuando asegura que no existe discusión alguna sobre la seguridad alimentaria que ofrece un pollo lavado con cloro. Liam Fox afirma que no se cambiará la legislación en materia de seguridad alimentaria, que Reino Unido es conocido a nivel internacional por la calidad de sus productos alimenticios. Bueno, también es conocido por una gran cantidad de fraudes alimentarios y problemas de seguridad alimentaria a nivel nacional, ejemplos que se pueden citar, la presencia de bacterias Campylobacter en el 73% de los pollos que se comercializaban en el Reino Unido en 2015, el escándalo de la carne de caballo, el de las especias y hierbas secas, el del arroz para risotto, y así un largo etcétera.
El secretario cita un estudio realizado por Barclays en el que se apunta que el 60% de los consumidores chinos e indios pagarían más por un producto alimenticio si saben que procede del Reino Unido. Con esto quiere decir que el Reino Unido exporta productos con altos estándares de seguridad, reducirlos a nivel nacional sería contraproducente y no aportaría ninguna ventaja. Pero sigue sin decir un claro no a la importación de pollo lavado con cloro o carne producida con hormonas, lo que resulta incongruente.
Helen Munday, Directora Científica de la FDF (Federación de Alimentos y Bebidas del Reino Unido), asegura que la prioridad del sector alimentario es mantener los estándares de calidad, seguridad y bienestar animal. Sin embargo, la científica adopta una postura ambigua sobre la importación de alimentos producidos utilizando estándares de producción y seguridad distintos a los permitidos en el Reino Unido. Comenta que las diferencias en las prácticas en la producción de alimentos han sido en muchas ocasiones una barrera para los acuerdos comerciales hasta la fecha, por lo que quizá sería necesario llevar a cabo nuevas revisiones de las normas alimentarias en un contexto científico. Es decir, si se determina, como decía el secretario, que no existe discusión sobre la seguridad del pollo lavado con cloro, cabría la posibilidad de que estos alimentos estadounidenses terminaran accediendo al mercado del Reino Unido.
Las asociaciones de consumidores del Reino Unido se pronuncian ante las palabras del secretario, y en especial ante las que aluden a que no se trata de un tema de seguridad alimentaria, recordándole que en Estados Unidos la tasa de enfermedades de transmisión alimentaria es mucho más elevada que en el Reino Unido. Medidas como el lavado de la carne con cloro se utilizan para compensar los problemas generalizados de seguridad en la producción alimentaria, básicamente es algo similar a lo que ocurre con el uso excesivo de antibióticos en la producción animal, algo que sirve para compensar las malas condiciones de las explotaciones ganaderas.
Recordemos que el año pasado se elaboró el informe “A Food Brexit: time to get real”, en el que se concluía que tras el Brexit, las normas alimentarias se debilitarán por los acuerdos comerciales en el Reino Unido con países que no son miembros de la UE, como Australia, Canadá o Estados Unidos. Ya veremos qué ocurre, de momento, y según leemos aquí, son muchos los que quieren que los acuerdos comerciales futuros sean examinados metódicamente, incluso se pide una comisión para establecer procedimientos y medidas de salvaguardia.
Foto 1 | USDAgov
Foto 2 | Elizabeth Prata
Foto 3 | Kurt Bauschardt
3 comentarios
Es horrible lo que están haciendo con lo que consumimos a diario nos van a matar si siguen así o si lo van hacer😠😠
Yovana, esto es solo el 1%, lo que trasciende al publico, lo que no trasciende, de lo que no nos enteramos es el 99% restante, imaginate lo que estan haciendo con nosotros, nos utilizan como conejillos de indias y encima nos lo cobran. En este mismo canal, un articulo titulado: El reino unido se enfrenta a un aumento de los problemas de seguridad alimentaria. Normal. Parece que a las autoridades les da igual con tal de engordar sus cuentas corrientes, son asesinos disfrazados de benefactores de la humanidad. Yo pienso que a lo mejor es un buen metodo para que la gente deje de comer desechos y despojos y que de una vez por todas, empecemos a respetar la vida de los demas y a dejar de maltratar y envenenar el planeta. Saludos.
Yo no metería todo en el mismo saco. Me parece bien el lavado de la carne de pollo con cloro. Es una medida higiénica que no está de mas. Y eso lo saben todos los profesionales del sector. Otra cosa es utilizar hormonas para el crecimiento. Eso en Europa está prohibido.