Oceana, organización internacional dedicada a la protección de los ecosistemas marinos, a la conservación de los océanos y de las especies marinas amenazadas que los habitan, ha presentado un informe preocupante en el que se expone la situación del transbordo de productos pesqueros en alta mar, práctica que en muchas ocasiones enmascara la pesca ilegal y el trabajo esclavo. Este informe se presentó en la Cumbre Mundial del Océano (World Ocean Summit 2017) celebrada en Bali (Indonesia) y organizada por The Economist.
En esta cuarta edición de la cumbre mundial se han tratado la financiación de la economía oceánica sostenible, creando un debate sobre cómo el capital y el sector privado pueden impulsar una inversión escalable y sostenible en el océano. Oceana ha utilizado los datos publicados por el Global Fishing Watch (Reloj Mundial de Pesca) y por SkyTruth, organización sin ánimo de lucro que trabaja para proteger el medio ambiente. De las conclusiones de este informe se desprende que es necesario regular el transbordo de productos pesqueros a nivel mundial, ya que mientras estas prácticas se sigan realizando, no se podrá acabar con la explotación laboral y no se podrán mantener de forma saludable las poblaciones de peces, así como llevar a cabo la reconstrucción de las poblaciones sobreexplotadas.
Como ya explicábamos en este post sobre la violación de los derechos humanos por parte de la industria pesquera tailandesa, las flotas pesqueras se trasladan a zonas alejadas en alta mar, así como en aguas que rodean a países en vías de desarrollo o pequeñas naciones insulares que no cuentan con suficientes recursos para controlar las actividades que se desarrollan en sus mares. En el informe se identifican posibles puntos donde se llevan a cabo los transbordos, los buques pesqueros que supuestamente están implicados en esta actividad, los puertos que visitan con más frecuencia, etc.
Debido al transbordo de capturas, los pesqueros permanecen alejados durante largos periodos de tiempo en las zonas antes indicadas, a ellos acceden los buques frigoríficos que se encargan de recoger las capturas y de suministrar combustible y otros artículos a los pesqueros para que sigan en alta mar con su actividad. De este modo, los infractores pueden seguir pescando y estar fuera del alcance de las autoridades, así como seguir utilizando trabajadores esclavos sometidos a todo tipo de abusos y vejaciones. Oceana apunta que si bien en algunos casos el transbordo de capturas puede ser legal, en otros casos facilita que se blanqueen las capturas.
Los transbordos socaban la gestión de la pesca, debido a que favorecen las actividades poco éticas, amenazan las poblaciones pesqueras, la seguridad alimentaria y el trabajo esclavo, así lo explica la vicepresidenta de Oceana y el Reloj Mundial de Pesca. Recordemos que este reloj ofrece información de gran importancia, ya que muestra la actividad y los movimientos realizados por las flotas pesqueras del mundo, sus pautas de comportamiento pueden delatar prácticas ilegales, como por ejemplo los transbordos para blanquear capturas. Con los datos del Global Fishing Watch se construye el Mapa Mundial de la Pesca Industrial en tiempo real, cualquier persona puede acceder a sus datos y monitorizar cuándo y dónde se están realizando las actividades de pesca industrial en cualquier parte del mundo.
Es complicado aplicar la legislación sobre la pesca sostenible a estos buques pesqueros que permanecen en el mar durante largos periodos de tiempo, capturando y comercializando peces de forma ilegal, quizá sería cuestión de poner en marcha una legislación a nivel mundial que pudiera perseguir, sin ninguna traba, este tipo de actividades sin importar el lugar donde se encontrarán. Pero posiblemente existan muchos intereses económicos en los que además de las empresas privadas, puedan estar implicados algunos gobiernos, lo que hace complicado alcanzar esta meta.
Estas prácticas amenazan a las pesquerías que sí cumplen las leyes y trabajan para mantener a las poblaciones pesqueras saludables, así como la reconstrucción de las poblaciones que actualmente están sobreexplotadas, dos cuestiones que guardan relación con la seguridad alimentaria a nivel mundial. Según el mapa de las actividades pesqueras y lo que se concluye en el informe, la mitad de los transbordos de carácter sospechoso se producen en agua rusas. Por otro lado, los buques pesqueros con bandera de Rusia han sido los que han ocupado el promedio de rendimiento más elevado por buque en una flota nacional.
Os transcribimos los puntos más destacados presentes en este informe de Oceana:
-Casi el 40 % de todos los casos sospechosos de transbordo de pescado se produjeron en alta mar, más allá de las jurisdicciones nacionales.
-En el mar de Ojotsk (Rusia), en zonas alejadas del mar de Barents, en aguas nacionales de Guinea Bissau y en aguas próximas al límite de las aguas nacionales de la Argentina y Perú, se ha observado un elevado nivel de transbordos sospechosos.
-El 50% de todos los casos de transbordos realizados en el mundo y considerados sospechosos, se produjeron dentro de aguas rusas.
-El año pasado, los buques pesqueros con pabellón ruso representaron el número promedio más alto de encuentros sospechosos por buque en una flota nacional.
-Comoras y Vanuatu, dos países de bandera conveniencia, es decir que el lazo entre el barco y el estado es accidental (no es auténtico), ocuparon respectivamente l segundo y tercer lugar del ranking de países relacionados con los casos sospechosos de transbordo por buque en una flota nacional a lo largo del año pasado.
-Oceana apunta que dos buques pesqueros involucrados en este tipo de prácticas ilegales, permanecieron en el mar durante más de 500 días a lo largo del 2015 y 2016, es decir apenas tocaron tierra.
-Los transbordos permiten que estos barcos de pesca puedan permanecer en el mar durante más de un año de forma continuada, lo que forzosamente puede aumentar la posibilidad de que se asocien a comportamientos sospechosos como es la pesca ilegal, o los abusos de los derechos humanos (trabajo esclavo).
-Los puertos de Vladivostok en Rusia, Montevideo en Uruguay, Murmansk en Rusia y Busan en Corea del Sur, son los principales puertos a los que acudieron buques frigoríficos de los que se sospecha que participaron en transbordos ilegales a lo largo del 2015.
Os invitamos a leer con detalle este informe (Pdf) titulado “No More Hiding at Sea: Transshipping Exposed” para tener una idea más clara del problema de los transbordos ilegales de capturas pesqueras.