Retomamos el mismo tema que hace un año para recordar que debemos retomar la dieta equilibrada entre fiestas de Navidad, así lo recomiendan los expertos en nutrición y el sentido común. Hemos pasado dos días con cenas y comidas copiosas, sabíamos cuando empezaban pero no cuándo finalizaban, y posiblemente para muchos será difícil calcular el aporte energético de la cena de Nochebuena o de la comida de Navidad. Pero por lo general, dadas nuestras costumbres y cultura en estas fiestas tradicionales, habremos ingerido por lo menos el doble de las calorías necesarias, y hay que tener en cuenta que buena parte proceden de alimentos con muchas grasas o ricos en azúcar.
Hoy, 26 de diciembre, debemos retomar nuestros hábitos alimentarios, a no ser que estemos en Catalunya, donde continúan las fiestas con la celebración de Sant Esteve (San Esteban). Si hasta la próxima fiesta navideña, que será Nochevieja, recuperamos las comidas equilibradas, el ejercicio que habitualmente realizamos, etc., no se notarán los excesos de estos dos días en nuestra cintura.
También puede ser recomendable realizar un día de dieta más estricta, consumiendo verduras, frutas, lácteos desnatados y cereales integrales. Lo que no hay que hacer es saltarse ninguna comida. Así es probable que no nos sintamos identificados con las noticias que se divulgan cada año por estas fechas, que los españoles engordamos entre 3 y 5 kilos de media en Navidad.
Algunos estaréis pensando que no podéis pensar en recuperar la dieta habitual hasta que no terminéis con las sobras de los banquetes de estas fiestas, porque evidentemente, la comida no se debe desperdiciar. Pero hay que buscar soluciones que sean compatibles con una alimentación equilibrada y el no derroche alimentario. No olvidemos que tenemos el congelador y que la mayoría de platos cocinados se pueden congelar.
Pero también hay que tener muy en cuenta que hay recetas de aprovechamiento que pueden resultar sanas, ligeras y equilibradas, todo depende de los alimentos o elaboraciones que hayan sobrado, pues hay platos tradicionales de Navidad que son saludables, por ejemplo el pavo, la pularda, el capón u otra ave asada. Si hay restos, es muy fácil aprovecharlos incorporándolos a una ensalada, resulta mucho más nutritivo y sano que hacer unas croquetas.
Por ejemplo, si ha sobrado una mousse de foie, no habrá ningún problema en congelarla, bien envasada, por supuesto. Igual que si han sobrado canelones, carnes rojas asadas o guisadas, etc. En el caso de que los restos sean pescados o mariscos, son proteínas saludables y ligeras, siempre que el método de cocción haya sido a la plancha, al vapor, etc. Se pueden comer durante estos días tal cual o convirtiéndolos en unas hamburguesas de pescado para servir en plato con unas verduras o una ensalada.
Podríamos seguir poniendo algunos ejemplos, pero sería imposible ponernos en la situación de cada uno de vosotros, por lo que si queréis preguntar sobre el aprovechamiento de alguno de vuestros platos, esperamos vuestras consultas.
De lo que no hay excusa es de poder dejar de comer los dulces navideños hasta la próxima celebración, pues éstos no se estropean. Quizá la tentación y el deseo de comerlos sea lo que provoca que se sigan consumiendo a diario, hasta terminar con las existencias. Pocos golosos nos libramos de esto. En ese caso, convendrá ser comedido e intentar compensar con alguna actividad física extra para que con lo que comemos no se supere la ingesta calórica que necesitamos al día.
Aprovechamos para recordaros también algunos recopilatorios de recetas ligeras para después de Navidad, esperando que resulten útiles y os ayuden a seguir disfrutando de la cocina y de la buena mesa.
Recetas ligeras para después de Navidad: Entrantes
Recetas ligeras para después de Navidad: Platos principales
Recetas ligeras para después de Navidad: Platos únicos