El 70% de la población es una cifra muy elevada como para pasar por alto la alerta que realiza la Organización Médica Colegial (OMC) y el Observatorio de Hidratación y Salud (OHS), sobre los riesgos de deshidratación en verano, y aunque la cifra fuera inferior lo tendríamos en cuenta, cada año nos sumamos a las campañas sobre las recomendaciones para cuidar la salud a través de una hidratación saludable. Hoy vamos a repasar este tema, pues a pesar de que es vital, muchas personas siguen sin ser conscientes de que es necesario beber incluso sin tener sed, pero no irse al otro extremo, en el que se encuentra una patología conocida como potomanía.
Partiendo de la potomanía, definida como una conducta obsesiva caracterizada por la excesiva ingesta de agua, y que como os comentamos, pueden aumentar el riesgo de sufrirla en verano, puede darse el caso de la hiperidratación, una intoxicación por consumo de agua que puede conducir a padecer graves problemas de salud. Como siempre, hay que recordar que todos los extremos son malos, es necesario conocer las necesidades de cada uno para disfrutar de una hidratación saludable y a través de qué bebidas y alimentos la podemos conseguir.
A las personas que les cuesta ingerir líquidos si no tienen sed, les ayudará disponer de una gran variedad de bebidas, pues esto facilita que la ‘obligación’ de hidratarse tomando líquidos pueda resultar placentera. Hay que destacar que dentro de la variedad de bebidas con las que se puede contar para una buena hidratación, hay que descartar las que contienen alcohol.
Según los especialistas, esperar a beber cuando aparece la sed es un hábito que se debe cambiar porque en ese momento ya se ha iniciado el proceso de deshidratación, se han perdido líquidos por el calor, la actividad física, la exposición al sol… y es necesario reponerlos, en caso contrario se padecería debilidad, cansancio, dolor de cabeza, falta de concentración, bajo estado de ánimo, etc. Esta última era la conclusión de un estudio realizado en la Universidad de Connecticut que conocíamos el pasado mes de febrero, y en el que ya se declaraba que se considera deshidratación leve cuando se pierde un 1’5% del volumen de agua del organismo.
Recordemos que no todo es beber líquidos, los alimentos ricos en agua son también una fuente de hidratación, podemos considerar que nuestro organismo es inteligente y demanda lo que necesita también con los cambios en los hábitos de alimentación en verano, no obstantes siempre habrá personas que no sólo necesitan satisfacer las necesidades que le demanda el cuerpo, sino que también deberán instaurar nuevos hábitos. Hay que dedicar especial atención en este aspecto a las personas mayores y a los niños, son las personas más susceptibles de sufrir una deshidratación.
No estará de más recordar el decálogo para una hidratación adecuada que ya proporcionaba hace unos años el OHS (Observatorio de Hidratación y Salud), y que han actualizado ligeramente, estas son las recomendaciones para estar bien hidratados en verano:
1. Beber de 2 a 3 litros de líquido al día de manera continua y en pequeñas cantidades.
2. Si se realizan actividades y esfuerzos físicos notables, conviene aumentar estas cantidades y vigilar las pérdidas excesivas de líquido a través del sudor.
3. Llevar siempre a mano una botella de bebida que nos recuerde la necesidad de beber.
4. No confiar únicamente en la sensación de sed ya que suele aparecer cuando existe cierta deshidratación.
5. Beber variedad de bebidas: agua, infusiones, refrescos, zumos, lácteos, etc. El sabor de las bebidas ayuda a beber lo necesario.
6. Ingerir alimentos ricos en agua (frutas, verduras y hortalizas).
7. Evitar el consumo de bebidas alcohólicas, tienen efecto diurético y deshidratan.
8. En épocas de calor intenso, además de aumentar el consumo de líquidos, mantenerse en un ambiente fresco y ventilado.
9. Vigilar la adecuada ingesta de líquido de los más vulnerables a la deshidratación (ancianos, deportistas, trabajadores al aire libre, etc.)
10. En caso de duda sobre cómo hidratarse adecuadamente, consultar a los especialistas de la salud (médicos, enfermeros o farmacéuticos).
Si queréis conocer más datos sobre estas y otras recomendaciones para evitar la deshidratación, podéis acceder a la web del OHS.
Foto | Brendan