La receta para una Navidad sostenible es un conjunto de pautas que quizá deberían aplicarse a lo largo de todo el año, pautas con las que podremos elaborar ricas recetas de cocina reduciendo el gasto energético, las emisiones contaminantes, el consumo de materias primas, y por tanto, contribuir a preservar el medio ambiente.
La receta para conseguir disfrutar de una Navidad sostenible nos la propone Greenpeace, una receta que permitirá preparar desayunos comidas o cenas más sostenibles, a continuación os transcribimos los ingredientes o reglas de conducta recomendadas:
- Los alimentos, cuanto más cercanos, mejor, menos transporte y menos emisiones de CO2. Además, así apoyas a los productores locales.
- Apuesta por el producto fresco, natural y de temporada. Y si puedes, ecológico
- Evita los productos elaborados y sobreenvasados y llévate todo lo que puedas a granel.
- Reduce el consumo de carne y pescado y apuesta por menús ricos en verduras, legumbres y frutas.
- Si quieres introducir carne en tu comida, ¿por qué no sorprendes a tus comensales con carne ecológica? Busca el etiquetado de certificación de tu comunidad autónoma.
- ¿Un poco de pescado? ¡Ojo! Que no esté en la Lista roja de Greenpeace. Mejor salvaje que de acuicultura y que haya sido pescado con métodos selectivos. Rechaza los inmaduros y aprovéchalo bien. Pregunta a tu pescadero y que te informe.
- ¿Marisco? ¡Cuidado con los langostinos! Su pesca salvaje afecta a otras muchas especies que son descartadas y el de acuicultura devasta los manglares. Evítalo.
- ¡Ningún producto transgénico en nuestras comidas! Utiliza nuestra Guía roja y Verde para poder evitarlos.
- Puedes llevar bolsa de tela o carrito para tus compras. Así no tienes que utilizar bolsas de plástico.
- ¡Ay, las uvas! No se nos pueden olvidar que hay que empezar bien el año. Pero que sean a granel, sin empaquetado, y cultivadas lo más cerca posible.
Finalmente en la web de Greenpeace nos proponen:
- Preparación: ¡Ojo con el gasto de energía en la preparación de los alimentos!
- Degustación: Ya está todo listo y la comida o cena preparada. Disfrútala con tus seres queridos y cuidado con los empachos.
Algunas de estas reglas son complicadas, en algunos casos no se pueden adoptar dependiendo del lugar de residencia, del bolsillo del consumidor, de la escasez de puntos de venta de alimentos ecológicos, de la falta de etiquetado que especifique claramente la ausencia de ingredientes transgénicos, etc.
Con respecto al apoyo a los productores locales, es un verdadero dilema, y más cuando se mira el bolsillo, desgraciadamente los productos que son importados en muchos casos son más baratos y en estos tiempos de crisis económica, parece que no importa la nacionalidad de un alimento. Lo que no debemos olvidar es que preciclar es mucho más económico y ecológico que reciclar.
Podemos abrir un pequeño debate y comentar lo que cada uno pensamos sobre esta Receta de Navidad sostenible, ¿se puede completar más la lista? ¿en qué estáis de acuerdo y en qué no?