Esta mañana os estábamos hablando de la Piadina y no hemos podido esperar a hacerla, mientras redactábamos, estábamos imaginándonos la degustación de este pan recién hecho y caprichosamente relleno, así que ya está aquí la receta de Piadina, así veis lo fácil y rápida que es de hacer.
Como os comentábamos en el post anterior, la Piadina se suele hacer con manteca de cerdo, y así la hemos hecho hoy, aunque también se puede sustituir por aceite de oliva virgen extra o mantequilla. Nuestra recomendación es que primero probéis la Piadina con manteca, hay mucha diferencia en el sabor al utilizar una grasa u otra, lo que no implica que las variantes no estén ricas, pero probad esta receta y posteriormente, si queréis reemplazar la manteca, decantaros por el aceite de oliva virgen extra.
Ingredientes (6-8 uds.)
- 400 gramos harina de fuerza o panificable
- 70 gramos de manteca de cerdo
- 215 gramos de agua
- 7 gramos bicarbonato
- 10 gramos de sal.
Elaboración
Pon en un cuenco amplio la harina, la manteca de cerdo que habrás tenido a temperatura ambiente un ratito antes, el bicarbonato y la sal, mezcla frotando con las yemas de los dedos para que la harina se impregne de la grasa, casi como para obtener unas migas como cuando haces un crumble.
A continuación añade el agua, pero no pongas toda de golpe porque dependiendo de la calidad y las características de la harina de fuerza, puedes necesitar un poco más o menos. Amasa en el cuenco hasta que puedas formar una bola y después pasa a la mesa de trabajo. Continúa amasando hasta obtener una masa maleable, fina y homogénea. Deja reposar media hora cubriendo la masa con un paño.
Divide la masa en porciones y haz una bola con cada una de ellas. Enharina el rodillo de cocina y estira la masa hasta que esté bien fina, si después quieres que quede bien redonda, puedes marcar con un plato y cortar la masa sobrante (reúne todos los recortes para hacer una piadina más).
A medida que vayas dando forma a este pan plano, espolvorea un poquito de harina si tienes que poner unas encima de otras. Y cuando tengas todas formadas, procede a su cocción. Para ello necesitarás una sartén antiadherente que no es necesario engrasar. Dependiendo del grosor de la base de la sartén deberás poner el fuego más o menos fuerte.
Haz las piadinas en la sartén dejando que se doren a tu gusto y dándoles la vuelta para que se hagan de forma homogénea. Las que estén hechas, resérvalas envueltas en un paño para que se conserven calientes y flexibles, con ellas podrás elaborar diferentes recetas, un ejemplo que citamos es nuestra piadina de jamón y queso brie.
¡Buen provecho!