La Pavlova es una tarta hecha a base de un merengue horneado. Hay discusión en su origen entre Australia y Nueva Zelanda, pero en todos los casos afirman que esta tarta se hizo en honor a la bailarina rusa Anna Pavlova entre 1920 y 1930. La receta de Pavlova se ha extendido por distintos países, y hay distintas elaboraciones similares en distintas culturas gastronómicas. No es de los postres más destacados, aún así, nos parece que es una tarta deliciosa, muy versátil y además, mucho más ligera que otras.
La Pavlova, una vez horneada, puede cubrirse con chantilly, mousse u otro tipo de crema y a continuación se corona con frutas. Dependiendo de la época del año en la que se elabora, habrá unas posibilidades u otras, casi todas las frutas le sientan muy bien a la receta, frutos rojos, plátanos, melocotones, manzanas, kiwis… incluso una macedonia.
Esta es la receta de Pavlova que hemos hecho hoy, con mousse de chocolate y frutas variadas. Si no has probado esta tarta, no tardes en hacerlo, es una buena forma de aprovechar las claras que nos van quedando de otras elaboraciones. Piensa que también puedes hacer Pavlovas individuales, así que adecúa el resto de ingredientes a las claras que tengas para gastar.
Ingredientes
- 7 claras de huevo
- 150 gramos de azúcar glass (puedes poner menos si no lo quieres muy dulce)
- unas gotas de esencia de vainilla
- el zumo de medio limón
- 1 c/s de Maizena
- una pizca de sal.
Para cubrir
- Mousse de chocolate (u otra crema)
- frutas variadas.
Elaboración
Pon las claras en un cuenco amplio y añade una pizca de sal que te ayudará a montar. Monta las claras a punto de nieve, cuando haga puntas, añade el azúcar glass, el zumo de limón, la esencia de vainilla y la Maizena, continúa batiendo hasta que todos los ingredientes se integren y tengas un merengue fino y brillante.
Prepara la bandeja del horno cubriéndola con papel vegetal, una lámina de teflón o similar, y vierte el merengue formando un círculo, no hace falta alisarlo. Si deseas hacer Pavlovas individuales haz varios montoncitos y dejando la superficie algo plana para poder poner después la cobertura.
Hornea el merengue a 120-130º C durante 1 y ¼ horas aproximadamente, debe cocer por dentro pero quedar cremoso, como una nube, y el exterior debe dorarse y hacer una fina costra crujiente. Cuando apagues el horno, deja la tarta en el interior hasta que se enfríe un poco.
Una vez que el merengue cocido esté frío, y antes de servir para que no se ablande, cúbrelo con la mousse o crema elegida, trocea la fruta, y prepárala como más te guste, con un almíbar, con zumo de limón y azúcar… Repártela en la superficie de la Pavlova, y para terminar, espolvorea un poco de azúcar glass, cacao en polvo o un sirope si lo deseas.
¡Buen provecho!