Esta es una nueva receta de nachos que hemos probado, pues habitualmente los hemos hecho a partir de las tortillas mexicanas, también caseras, cuya receta publicaremos en breve si así lo deseáis, también estaremos encantados de recibir las vuestras para probarlas.
En esta ocasión hemos hecho una receta que nos proporciona unos rápidos y sencillos nachos que hemos especiado con una mezcla de especias picantes, nos gusta que estos triángulos de maíz fritos tan adecuados para tomar el guacamole tengan también su punto picante.
Otra cosa que hemos probado en esta ocasión es aligerar el aporte calórico o graso de los nachos horneando una parte de ellos, el resultado también nos ha gustado, pero es muy importante no excederse en el tiempo de horneado, pues quedarían duros.
Ingredientes
- 75 gramos de harina de maíz precocida
- 25 gramos de Maizena
- 1 c/c rasa de sal
- ¾ c/c de azúcar
- 95 gramos de agua y especias (tex mex, ras el hanout…).
Elaboración
Pon en un cuenco todos los ingredientes y mezcla con una espátula de silicona, una rasqueta de panadero blanda o con lo que te resulte más práctico. Una vez que los ingredientes se han integrado, amásalos bien en la superficie de trabajo, forma una bola y déjala reposar unos minutos, mientras colocas una hoja de papel vegetal sobre la superficie de trabajo.
Enharina el rodillo con Maizena y estira con él la masa hasta que quede bien fina. Hay que hacerlo con cuidado, pues la falta de gluten en esta masa hace que no sea elástica y se rompe con facilidad. Una vez tengas la masa estirada, córtala en triángulos. Con los recortes de la masa puedes volver a repetir la operación, haz una bola y vuelve a estirarla con el rodillo.
Fríe los nachos en abundante aceite, nosotros utilizamos aceite de oliva, pero hay quien prefiere usar aceite de girasol. La otra posibilidad para reducir el aporte calórico que proporciona la fritura, es como os comentábamos, hornear los nachos a unos 160º C. Colócalos en la bandeja del horno cubierta con papel vegetal o una lámina de teflón y hornea controlándolos en todo momento, en cuanto empiecen a estar rígidos dales la vuelta para que se hagan bien, aunque en el centro parezcan estar un poco tiernos, al enfriarse quedarán crujientes.
Sirve tus nachos con guacamole y a disfrutar.