Aunque el mundo de la repostería nos permitiría probar recetas nuevas todos los días, a menudo nos apetece disfrutar de los sabores tradicionales, nadie puede resistirse ante unas magdalenas caseras, esponjosas y doradas. Dentro del recetario de magdalenas tradicionales hay muchas opciones, tantas como familias posiblemente, e incluso más. Desde las magdalenas con mantequilla a las magdalenas con piñones, las clásicas madeleines o las magdalenas de nata… Otra de nuestras recetas de magdalenas preferidas son las Magdalenas de yogur, que además de ofrecer el sabor de siempre, son bastante ligeras, tienen poca grasa.
Son muy fáciles de hacer, y rápidas, si cualquier mañana queréis sorprender a la familia con unas magdalenas recién hechas, sólo tenéis que levantaros una hora antes más o menos. Esta receta de magdalenas de yogur es tan buena, que es fácil que aprovechéis para hacer dos o tres tandas para tener magdalenas toda la semana.
Ingredientes (15-16 uds.)
- 3 huevos
- 200 gramos de azúcar
- 125 gramos de yogur natural
- 75 gramos de aceite de girasol
- piel rallada de limón
- 250 gramos de harina
- 8 gramos de levadura de repostería
- una pizca de sal.
Elaboración
Pon los huevos en un cuenco con el azúcar y bátelos con las varillas hasta que espumen. Añade el yogur, el aceite de girasol y la piel rallada de limón, vuelve a batir para que se integren. Tamiza la harina con la levadura y la sal, e incorpórala a la preparación anterior, batiendo suavemente con una espátula de silicona o similar.
Cuando la masa sea fina y homogénea, cúbrela y déjala reposar en el frigorífico al menos media hora. Enciende el horno a 200º C con calor arriba y abajo.
Vierte la masa de las magdalenas en las cápsulas de papel dispuestas en moldes rígidos, así conservarán su forma, llena las cápsulas un poco más de la mitad o 3/4 de su capacidad. Añade un poco de azúcar en la superficie.
Introduce las magdalenas en el horno a altura media. Hornéalas durante 15-20 minutos, hasta que hayan subido y estén doradas, el tiempo puede variar según el horno y los moldes utilizados.
Cuando las magdalenas estén listas, retíralas del horno y déjalas enfriar retirándolas del molde rígido cuando puedas manipularlas, sin quemarte, puedes colocarlas sobre una rejilla.
Si aguantas la tentación, en cuanto se hayan enfriado prueba tus magdalenas caseras, es fácil que su sabor te resulte familiar, es un dulce de repostería reconfortante y delicioso, ¡buen provecho!