Para dar la bienvenida al fin de semana queremos compartir un vídeo que nos ha gustado porque tiene unas imágenes que atraen, ensalzan la belleza de los alimentos y del proceso de elaboración de una receta, y además, en menos de un minuto nos enseña cómo hacer leche de almendras, una de las posibles recetas de esta leche vegetal.
Como sabréis este tipo de leche es apropiada para las personas que no toleran la lactosa, para quienes llevan una dieta vegana o vegetariana sin lácteos, para quien debe controlar los niveles de colesterol o cualquiera que por costumbres culturales, religiosas o de salud, debe sustituir la leche de vaca. Pero también es una bebida apropiada para todo tipo de personas, niños y adultos, la leche de almendras es muy nutritiva, sana y además está muy rica.
Y no sólo es un producto para beber, con la leche de almendras podemos hacer muchísimas recetas, como las torrijas, la sopa de cebolla y rape, la crema de leche de almendras y Amaretto o el cuscús dulce, por que tengáis algunas referencias.
La elaboración básica parte de almendras y agua, pero también se hace leche de almendras aromatizada o con saborizantes naturales, como los aportados por la vainilla, la canela o el cacao, entre otros. Hacer leche de almendras es prácticamente como hacer otras bebidas vegetales, como la leche de avena, y lo vais a ver a continuación.
La receta de Leche de almendras de Claire Thomas está endulzada con dátiles y aromatizada con vainilla, los ingredientes necesarios son:
1 taza de almendras crudas (preferentemente ecológicas), 2 tazas de agua (más la necesaria para el remojo), 2 dátiles, 1 vaina de vainilla y una pizca de sal.
Para hacer la leche de almendras, en primer lugar hay que dejar las almendras en agua durante dos días, o como mínimo una noche. Cuanto más tiempo pasen en remojo, las almendras estarán más tiernas y la leche quedará más cremosa. A continuación hay que escurrir las almendras, enjuagarlas y ponerlas en el vaso de la batidora, añadir las semillas del interior de la vainilla, los dátiles sin hueso y picados y la pizca de sal. Añadir el agua y triturar.
Seguidamente es cuestión de colar la leche con una gasa o un colador muy fino, preferiblemente de tela, hay que escurrir la parte sólida todo lo posible, lo que se extrae es la leche de almendras. Sólo resta pasar la leche de almendras casera a una botella o recipiente apropiado para poder taparlo y guardarlo en el frigorífico, como máximo dos días.
Es fácil, ¿verdad?. Pues lo dicho, ya tenéis una delicia nueva para probar este fin de semana, seguro que sorprenderás a los tuyos.