Hoy queremos mostraros la Receta de Crocante de sésamo es un dulce delicioso que además nos aporta muchísimos beneficios, pues estas diminutas semillas, también conocidas como ajonjolí, son una rica fuente de hierro, proteínas, calcio, zinc, fibra y grasas insaturadas que ayudan a regular los niveles de colesterol.
El crocante de sésamo tiene múltiples elaboraciones, se puede hacer con azúcar blanquilla, azúcar moreno, miel, panela… También se pueden incorporar distintos aromatizantes o frutos secos.
Hacía varias semanas que no hacíamos unos crujientes de sésamo, así que preparando un postre para la cena de esta noche, hemos pensado en acompañarlo con unos crocantes que son los que os mostramos a continuación.
Es la elaboración más sencilla, en esta ocasión hemos añadido un poco de mantequilla, pero este ingrediente es opcional. Recuerda que si la incluyes, puedes utilizar una mantequilla aromatizada con vainilla, canela, cacao, etc.
Ingredientes
- 70 gramos de semillas de sésamo crudas
- 130 gramos de azúcar
- 15 gramos de mantequilla (opcional).
Elaboración
Tuesta las semillas de sésamo a fuego lento en una sartén antiadherente, muévelas a menudo para que se tuesten uniformemente, verás que saltan como las palomitas de maíz, desprenden un aroma buenísimo y van adoptando un color más tostado.
Agrega entonces la mantequilla si lo deseas, piensa que le da algo de sabor. Recuerda que las semillas de sésamo ya tienen sus propias grasas y éstas son las buenas.
Incorpora el azúcar y deja que se haga un caramelo, utiliza una lengua de silicona o similar para mover, si utilizas una de madera se te quedará el caramelo pegado.
Vierte el sésamo caramelizado sobre una hoja de papel sulfurizado, procura alisar dejando una placa fina y uniforme. También puedes utilizar moldes o cortapastas para darle la forma antes de que se enfríe.
Y si haces una placa grande, deja enfriar y después trocea el crocante de sésamo en trozos irregulares.
Es un tentempié que engancha y además resulta ideal servido con una mousse, una macedonia de frutas, yogur griego o lo que te dicte tu paladar.