El Chrain es una receta tradicional de la Pascua judía, suele servirse como acompañamiento de pescado, parece ser que principalmente del pescado relleno (al menos en la actualidad), pero también de otras elaboraciones como los huevos. Como os comentábamos cuando hablamos del Charoset, en el Séder de Pesaj se sirven una serie de platos que son el ritual para transmitir a las nuevas generaciones el éxodo de Israel de la esclavitud a la libertad, entre ellos están las hierbas amargas y éstas contemplan alimentos como la achicoria, la lechuga o el rábano picante.
El Chrain se elabora con rábano blanco picante, vinagre y poco más, pero hay dos versiones, la segunda es la que incorpora remolacha y es la receta que os vamos a explicar a continuación. Es una salsa o puré muy fácil de preparar, aunque podemos tener la dificultad de encontrar el rábano picante fresco. Puede ser necesario recurrir a las conservas de este ingrediente que son habituales en los comercios de alimentación internacional. El resultado no es el mismo, dado que el sabor del rábano se ve suavizado, quizá esto es favorable para muchos paladares.
Nos gusta el Chrain elaborado de la forma más básica, pero a veces también hacemos nuestras versiones incorporando algunas especias, un buen aceite de oliva virgen extra, hierbas aromáticas… quizá entonces no se debería llamar Chrain. En cualquier caso, la receta de Chrain de remolacha de hoy sólo tiene el ajo como ingrediente adicional (según la receta clásica que conocemos). Si os gusta el rábano y la remolacha por separado, juntadlos, os encantará esta salsa para acompañar el pescado, la carne o incluso para servir como dip.
Ingredientes
- 200 gramos de remolacha cocida
- 80-90 gramos de rábano picante (rallado o en pasta si es en conserva)
- 2 c/s de vinagre de sidra
- 1 c/c de sal
- 1 o 2 c/p de azúcar
- 1 diente de ajo (opcional).
Elaboración
Si compras la remolacha fresca, que es lo ideal, puedes cocerla en agua o ver esta receta para asar remolacha. Una vez hecha, pélala y trocéala.
Pon la remolacha en el recipiente de la picadora y añade la pasta de rábano picante. Añade el vinagre, la sal y el azúcar, y si quieres añadir el ajo, pélalo y retira el germen del interior.
Tritura hasta obtener una pasta no muy fina. Pruébala por si quieres rectificar la acidez. Se puede regular al gusto, si se desea más salado, si quieres añadir más rábano… al gusto.
Una vez preparado el chrain, puedes conservarlo en un tarro en el frigorífico. Recuerda sacarlo un rato antes de servirlo con platos calientes, para que no esté muy frío. Si lo sirves como dip o salsa para mojar, puede estar a temperatura ambiente o frío. Muy rico con matzo.
¡Buen provecho!