Se acerca el fin de semana, hace buen tiempo y apetece salir a tomar el aperitivo a una terraza en buena compañía, aunque preparar un buen vermú en casa también es un buen plan. Si estáis pensando que os apuntáis a esta propuesta, os va a encantar la receta que hoy os traemos a la sección de Recetas de los Chefs, ¿cuántas veces habéis pensado cómo se harán los calamares a la romana de tal bar o restaurante? Es que están tan crujientes, tan tiernos y tan sabrosos… Pues es muy probable que encontréis la respuesta en la receta de calamares a la romana de Montserrat Fontané.
Muchas personas conocen a esta gran cocinera como la madre de Joan Roca, la madre de los hermanos Roca… cuando debe ser al revés. Si no conocéis la historia familiar de los Roca, podréis encontrar mucha información online, y podemos recomendaros un libro (otra vez) con las recetas de Montserrat Fontané, que nos devuelve a la cocina tradicional, la que más nos gusta para todos los días. El libro se llama ‘Cocina Madre’, podéis verlo aquí, y tenéis muchas otras maravillas culinarias como los Calamares a la romana de Can Roca de Tota la Vida.
Ingredientes
- 1 kg de calamares más bien grandes
- 300 gramos de harina común
- 400 gramos de agua fría
- 1 chorro de sifón
- 1 chorro de coñac
- sal
- 2 huevos
- 1 c/c de bicarbonato
- aceite de oliva suave.
Elaboración
Limpiar los calamares y retirarles la piel, a continuación, cortarlos en anillas no demasiado gruesas
En un bol, mezclar la harina, el agua fría, el coñac, la sal, los huevos y un poco de bicarbonato. Mezclarlo hasta que quede una masa semi líquida. Antes de rebozar las anillas de calamar, añadir un chorro de sifón.
Enharinar las anillas de calamar, pasarlas por la masa e inmediatamente después freírlas en una sartén con mucho aceite de oliva a 175º C, para que los calamares se frían de manera homogénea.
Cuando los calamares estén dorados, sacarlos de la sartén y ponerlos sobre un papel absorbente para retirar el exceso de aceite.
Acabado y presentación
Servir los calamares a la romana enseguida para que no se enfríen y estén tersos y con el rebozado crujiente.
Foto | Becky Lawton