Se conocen como ravioli nudi, gnudi, naked ravioli, gnocchi gnudi o ravioli desnudo entre otras denominaciones, a una masa ligera, generalmente en forma de bola, lo que representa un relleno para pasta (es decir, es un ravioli sin pasta), cuya elaboración clásica ha ido avanzando desde la primera referencia escrita que se tiene de esta receta allá por el año 1300, un libro de cocina escrito en lengua toscana, por lo que esta ciudad italiana se considera el origen.
La similitud del ravioli nudi o los gnudi con los gnocchi, llevan a pensar que los antecesores de éstos son también lo mismo, seguramente conocéis los Malfatti, otro plato toscano cuya traducción se define como ‘mal hecho’, son las bolas de masas variadas hechas a mano.
Los gnudi (nos gusta más este término para los ravioli nudi o naked ravioli) se diferencian principalmente de los gnocchi en que son mucho más ligeros, pues no llevan nada o muy poca harina, así cada bocado es esponjoso, jugoso y ligero, tanto como la masa que podemos elaborar para hacer el relleno de una pasta, sean ravioli, tortellini, canelones…
Precisamente lo que es primordial para las pastas rellenas, esta farsa que da nombre al plato se convierte en el único protagonista haciendo gnudi, una elaboración muy versátil tanto por su composición como por la salsa que la acompañe.
Los gnudi más tradicionales son los gnudi o ravioli nudi de ricotta y espinacas, el requesón o ricotta es un queso fresco ligero, esponjoso y muy rico que admite muchos acompañamientos, suele mezclarse con queso parmesano para aportar más sabor, y como todos sabemos, es un clásico de las pastas rellenas, tanto comerciales como caseras.
Hay muchas y muy variadas recetas de esta ‘pasta desnuda’, hoy estamos preparando unos gnudi de requesón y setas, una opción deliciosa que os mostraremos en breve, pero lo dicho, se pueden hacer ravioli desnudos con la farsa que queráis elaborar, de carne, de pescado, de queso, de verduras… siendo un plato más ligero que nos parece una buena opción cuando tengamos que hacer un menú largo, pero no por ello prescindamos de los ravioli rellenos que son también otro manjar.
Foto | Melissa Goodman