Qué es un ramequín

El ramequín es un utensilio de cocina que generalmente tenemos todos en casa. Es un recipiente muy útil, económico y práctico para elaboraciones al horno, sean dulces o saladas. El ramequín es como un molde de soufflé, en principio de cerámica blanca, con un estriado en la parte exterior y redondos, pero en la actualidad podemos encontrar muchos otros modelos.

El ramequín o ramekin es ideal para hacer postres como la crème brulée, el flan, el coulant de chocolate o cualquier tipo de soufflé para un servicio individual. Estos pequeños moldes suelen tener una capacidad media de 180 mililitros, aunque los encontremos en distintas formas, más altos o más bajos, ovalados, con forma de lágrima, etc.

Naturalmente los ramequines más baratos son los tradicionales, que también son fáciles de encontrar en cristal resistente al calor, pues como decimos, su principal finalidad es la de contener una elaboración que vaya a pasar por el horno para su cocción.

También pueden ser utilizados para platos fríos que deban ir al refrigerador, como la panna cotta o la mousse de chocolate, y es muy común aprovechar estos recipientes para la preparación de los ingredientes de una receta, como si fueran unos pequeños cuencos. O sea, que de un modo u otro, siempre tienen utilidad.

Pero la palabra ramequín también tiene otro significado, es un queso de Saint-Rambert-en-Bugey elaborado con leche de vaca que se come derretido, como si se tratara de una fondue. Aunque antiguamente era un alimento para los menos pudientes, al parecer hoy en día cuesta encontrarlo y su precio ha subido considerablemente. ¿Lo has probado?

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