Dentro del amplio catálogo de ralladores de queso que hay en el mercado, hemos conocido el rallador y espolvoreador de queso que podéis ver en las fotos que ilustran estas líneas, es un 3 en 1 que se llama sencillamente ‘Grate and Shake’, se podría traducir como ‘rallar y agitar’, pero además de estas dos funcionalidades, se puede considerar un contenedor para el queso que se ha rallado.
El rallador de queso y espolvoreador es de la marca Zeal, cuya empresa tiene su sede central en Toronto (Canadá) y en su catálogo cuenta también con algunos otros utensilios de cocina particulares. Pero hoy el que nos ha llamado la atención es este rallador con contenedor y espolvoreador de queso, pues aunque ya conocíamos algunos modelos, como este pequeño rallador de Jolie, el diseño es totalmente distinto.
Como podéis apreciar en las imágenes, tiene un formato similar al de los tarros de especias de tamaño grande, su tapa es, precisamente, como uno de los mencionados recipientes, tiene dos bocas o dos aberturas distintas, una grande y otra de agujeros para espolvorear menos cantidad y de forma más homogénea. El rallador para quesos duros está en el mismo contenedor, en un lateral, y es de acero inoxidable, mientras que el resto del utensilio es de plástico resistente y apto para alimentación, evidentemente, el fabricante destaca que está libre de BPA.
Entre algunos detalles de este pequeño rallador de queso parmesano y otros quesos duros, está que su base es antideslizante, algo necesario para que, al rallar, el utensilio no se mueva. El problema que solemos ver a este tipo de ralladores, sobre todo si son de cuchillas finas, es que no todo lo que se ralla se va al contenedor, también se queda en la superficie del rallador y, en consecuencia, cae sobre la mesa de trabajo. Para recogerlo, basta con poner el rallador sobre la tabla de corte, sobre un plato o sobre una bolsa abierta, pero es algo que los propios ralladores deberían poder evitar o solventar.
Lo bueno de tener un rallador de este estilo es, principalmente, utilizar queso recién rallado en las recetas, pues tiene mucho más sabor y aroma que el que se compra ya rallado. Pero esto se puede hacer con cualquier rallador, claro. En el caso de que no se gaste todo el queso que se ha rallado, se puede guardar en el mismo recipiente, y después, a la hora de dispensar el queso, no hace falta tocarlo con las manos, ni hacer uso de otro utensilio.
En fin, que seguramente a muchos os encantaría contar con un rallador de queso con contenedor y espolvoreador para vuestra cocina e incluso para llevarlo a la mesa y que cada comensal pueda utilizarlo para poner la cantidad de queso deseada en su plato. Si queréis conocer más detalles o queréis comprarlo, podéis entrar en Amazon, donde su precio ronda los 17 euros. Pero si conocéis alguna tienda que trabaje con esta marca, no dejéis de consultar, porque quizá lo encontréis algo más barato, de hecho, en el mercado norteamericano sale aproximadamente por 1 euro menos, al cambio.