El rallador para jengibre tradicional de la cocina japonesa, el oroshigane u oroshiki, es uno de los que más nos gustan, pero no dejan de llamarnos la atención otros modelos de ralladores diseñados con el mismo objetivo, conseguir la pulpa del jengibre muy fina, casi convertida en una pasta, pues es una de las formas más habituales de incluir este rizoma al hacer una receta. Dicho sea de paso que el mencionado rallador no sólo sirve para el jengibre, también para el ajo, para el rábano picante o para la raíz de wasabi, aunque ésta difícilmente la vamos a poder tener en nuestra cocina, de momento.
En Gastronomía y Cía hemos visto varios modelos de ralladores para jengibre, y también hemos compartido con vosotros el truco para rallarlo sin ensuciar un rallador convencional de cuchillas pequeñas, os recomendamos verlo aquí si no lo conocéis. Pero lo cierto es que lo que queremos mostraros es el rallador para jengibre y ajo de Joseph Joseph, ya sabéis que esta firma tiene diseños en su gama de utensilios de cocina que nos parecen muy acertados.
Pues bien, en las fotos podéis ver lo simple que es el rallador para jengibre que han bautizado con el nombre de Shred-Line, debido a que es sólo una línea la que ralla o desfibra el ingrediente que necesitamos, como comentábamos, puede ser jengibre, ajo, rábano picante… El rallador de jengibre Shred-Line consiste en una pieza de acero inoxidable que tiene unos dientes de corte muy afilados y de doble acción, y el resto de la pieza es lisa, lo que favorece que no se queden enganchadas las fibras del rizoma cuando se ralla.
La pulpa del jengibre o del ajo se arrastra de las cuchillas a la parte lisa, y de este modo es muy fácil arrastrarla con la hoja del cuchillo, como podéis ver en la primera foto o ilustración, cosa que no sucede con los ralladores normales (de ahí que nos parezca tan bueno el truco que mencionábamos anteriormente).
Joseph Joseph promociona este utensilio de cocina que ha diseñado para ellos Griffik, como el remedio para eliminar el olor a ajo de las manos, y esto sucede cuando se lava a mano y se frota. Seguro que conocéis la piedra de acero inoxidable que salió al mercado hace unos años con ese objetivo, y es que se considera que frotar el acero inoxidable, elimina olores fuertes.
Y poco más podemos añadir de este pequeño, manejable, sencillo y práctico rallador, sólo que también se puede utilizar con algunas especias como la nuez moscada, que tiene un orificio para poder colgarlo de cualquier gancho de la cocina y que su precio ronda los 13 euros, podéis verlo aquí.