Ya se ha abierto el periodo de votaciones para elegir al Cocinero del Año del Gastronomic Forum Barcelona 2024, es decir, se han presentado los seis candidatos preseleccionados por un jurado especializado, que ha tenido en cuenta que sean cocineros que destaquen, principalmente, por ser poco conocidos y por elaborar una cocina de calidad, con productos de proximidad y que apuestan por una cocina sostenible.
Hoy en día, el cocinero que no se preocupe por la sostenibilidad en su cocina está fuera del radar, y lo peor es que hay tantas cocinas de restaurantes que dicen apostar por la sostenibilidad, como productos ultraprocesados “artesanos” o “caseros” en los supermercados. Así que, quizá empieza a ser momento de dejar de usarlo como gancho o definición para todo.
En fin, el Premio Cuiner Gastronomic Forum Barcelona tiene ya un largo recorrido, se creó en el año 2009, y aunque a nivel nacional no tiene la misma relevancia que el Cocinero Revelación de Madrid Fusión, básicamente porque es un premio que se limita a los chefs emergentes que ejercen su profesión en Cataluña, no deja de ser un gran reconocimiento y un impulso para quien recibe el galardón.
Sobre el sistema de votaciones para elegir al Cuiner 2024, como os hemos explicado en ediciones anteriores, basta con rellenar un formulario habilitado en la web de La Vanguardia, que es el responsable de este certamen, y el plazo para votar estará abierto hasta las 12:00 horas del próximo 1 de noviembre. Y los nominados son:
Beatrice Casella e Iván García
Glug (Barcelona)
Formados en cocinas tan inspiradoras como las de Aürt y Direkte Boqueria, o las de Xavier Pellicer y Hisop, Beatrice e Iván constituyen un tándem tan sólido como estimulante. Compartiendo y alternando cocina y sala, han apostado por un formato de negocio en el que la barra vertebra el espacio, donde vinos y platos conforman la oferta en armonía.
Àngel Esteve
Sisè (Lleida)
Son muchos los renombrados restaurantes donde trabajó, pero fue Rafa Peña quien le enseñó el camino que ha emprendido, el del regreso a la tierra. Cocina vista, de fuego y brasa, y una larga barra que permite un contacto fluido con el cliente. Carta corta, productos estacionales, platos de claros enunciados, importancia de los vinos y un reto: triunfar en Lleida.
Aitor López Martínez
Citrus del Tancat (Alcanar)
Originario de Xàtiva, formado en la Escuela de Hostelería de Castellón y después de trabajar en restaurantes de tan prestigio como el Habitual y el propio Ricard Camarena de València, pasa a dirigir los fogones de Citrus, el flamante restaurante del Tancat de Codorniu, donde desarrolla un proyecto gastronómico centrado en los productos de la tierra del Delta del Ebro.
Marietta Richter y Víctor Martín
Safo (Girona)
Abrir el propio establecimiento, lejos de Barcelona, con horarios razonables para ganar calidad de vida era el objetivo prioritario de Marietta (en la foto) y Víctor (ambos pasaron por el Gresca) cuando encontraron este espacio en el Barri Vell de Girona. Vinos naturales y platos para compartir son la base de una carta en la que todo está elaborado en casa, con guiños a la cocina mexicana.
Esteve García Vilanova y Celine Whu
La Jovita (Calonge)
Tras dirigir la cocina del restaurante de Carles Gaig en Singapur, Esteve García aterriza en Calonge junto a Celine Whu para convertir a La Jovita en un restaurante que apuesta por el clasicismo renovado. Platos del recetario tradicional revisados permiten disfrutar de una cocina en la que la artesanía y el oficio representan sus rasgos más remarcables.
David Morera
Deliri (Barcelona)
Discípulo de Albert Ventura (Coure), David Morera dirige los fogones de un pequeño restaurante, estilo taberna gastronómica, en el Eixample de Barcelona. Practicando una cocina de buenos cimientos técnicos, puede presumir de tener ya en su carta platos con proyección de clásicos como sus ensaladas ilustradas o el arroz con gamba fresca.
Si queréis acceder a la página de votaciones, podéis acceder pulsando aquí. Claro, que estaría bien que para elegir a un favorito, se conozca la cocina que elaboran los seis, ¿no?