El Queso feta al horno es un aperitivo exquisito, para los que somos apasionados de los quesos, de la cremosidad y sabor del queso feta, del queso cálido, fundente y tierno, de las especias… no querremos compartir con nuestros compañeros de mesa esta delicia, pero esta es una de esas sencillas joyas culinarias que conviene tomar con moderación y disfrutarla plenamente.
Podemos hacer la receta de queso feta al horno combinando distintas especias, una de las más básicas es la que os mostramos hoy, aromatizando con tomillo y orégano, un toque picante y lo que no debe faltar es un pan pita crujiente para acompañar. También acompañan muy bien unos tomates frescos o asados, unas aceitunas, pepino, cebolla fresca y crujiente… iremos viendo distintas propuestas, este aperitivo es ideal en cualquier época del año.
Ingredientes
- 250 gramos de queso feta
- orégano seco (y si tienes un poco de orégano fresco)
- tomillo fresco
- pimienta aleppo o chile seco
- pimienta negra recién molida
- aceite de oliva virgen extra.
Elaboración
Precalienta el grill del horno con ventilador a 220º C (en su defecto, pon calor arriba y abajo a 200º C). Dispón una hoja de papel vegetal en la mesa de trabajo y coloca en el centro el queso feta una vez que lo has secado con papel de cocina absorbente.
Espolvorea el orégano, coloca la ramita de tomillo (tan generosa como desees), añade la pimienta negra recién molida y la pimienta o chile picante. Termina con un chorrito de aceite de oliva virgen extra.
Envuelve el queso con el papel vegetal sellándolo bien como un papillote. Introduce en el horno y programa 8 minutos. Si lo deseas más tostado puedes dejarlo unos minutos más, todo depende del horno. Si utilizas papel vegetal blanco podrás ver el color que adquiere el queso.
Emplatado
Retira el queso del horno y del papel con cuidado, estará tierno. Ponlo en un plato de pizarra o en la vajilla elegida, y vierte sobre el queso el jugo que ha soltado en el papillote. Acompaña con pan pita tostado y cortado en triángulos, unos tomates asados, aceitunas negras… ¡Buen provecho!