Aunque creáis no conocer qué son las galletas de nevera o icebox cookies, si sois aficionados a la repostería casera estamos casi seguros de que las habéis hecho, sobre todo si en vuestro recetario tenéis varias recetas de galletas. Lo cierto es que en nuestro argot repostero no es habitual el uso de la definición de ‘galletas de nevera’, pero se da simplemente por hacer la traducción de la definición en inglés de este tipo de galletas.
En un primer momento podríamos pensar que las icebox cookies o galletas de nevera son las galletas que deben guardarse en el frigorífico, igual que el pastel de viaje es un pastel o bizcocho que se mantiene fresco durante varios días sin necesidad de conservarlo en el frigorífico, y por ello tiene cualidades para soportar un viaje.
Pero no es así, si habéis leído posts recientes como el que trata sobre los usos del hilo dental en la cocina, ya sabéis qué son las icebox cookies o galletas de nevera, se trata de las galletas cuya elaboración tiene que pasar por este electrodoméstico, es decir, se elabora la masa de galletas y antes de formar las galletas y hornearlas hay que ponerla en el frigorífico para que repose y se endurezca.
Puede ser una masa a la que se le dé forma de cilindro y posteriormente se corten rodajas, obteniendo así las galletas redondas, o puede ser una masa extendida que después nos proporcione las galletas cortándola con ayuda de un cortapastas, pudiendo tener así la forma deseada.
Como comentábamos, en nuestro diccionario culinario desconocemos que haya un uso generalizado de la definición de ‘galletas de nevera’, pero en lengua inglesa se denominan, además de icebox cookies, refrigerator cookies y slice-and-bake cookies, puesto que la masa se corta antes de la cocción en el horno. Se hace así porque son galletas con un importante contenido en mantequilla, y como sabéis, el frío la endurece. De esta forma se puede cortar la masa y conservar la forma de las galletas, cosa que no sucedería con la masa a temperatura ambiente, se deformarían.
Queremos recordar que la masa que necesita frío, conviene ponerla en el frigorífico un rato más después de haber cortado las galletas, pues en este proceso se calientan y conviene introducirlas en el horno caliente estando bien frías, así se evita que las galletas se expanda durante el horneado. La mayoría habremos pasado por el pequeño desastre de haber introducido en el horno más de una veintena de galletas y cuando se han horneado nos encontramos con una sola galleta gigante.
Aprovechamos también para recordaros que la masa de galletas de nevera también se puede congelar, y así tener repostería casera casi lista para degustar en cualquier momento, ya sabéis que el tiempo de horneado de unas galletas suele ser muy corto.