El término francés Frémir define un punto concreto de un método de cocción o una forma de mantener una cocción en un medio líquido, y concretamente el líquido. La traducción al español no se define en una palabra, como sucede a menudo con los términos culinarios que se adoptan de la cocina francesa.
Frémir define al líquido (agua, caldo…) justo antes de hervir, cuando empieza a temblar (el término fuera del ámbito culinario significa temblar o estremecerse) o incluso empieza un ligero burbujeo.
Este término se utiliza en cocina por ejemplo para definir un momento de la receta en la que hay que realizar el siguiente paso, pero también es la forma en la que se describe cómo debe estar el líquido para la cocción de determinados alimentos.
Por ejemplo, algo que los amantes del té tendrán claro, el agua para hacer la infusión no debe hervir, se debe retirar del fuego cuando empieza a temblar (frémir).
Y como comentábamos, para la cocción de ciertas recetas, el caldo, el agua o la leche deben frémir, no deben estar a fuego lento ni llegar a ebullición. Podemos poner varios ejemplos, cuando hacemos un arroz en paella, al principio la cocción es vigorosa, pero los últimos minutos suele bajarse la temperatura del fuego y mantenerse el caldo con ligeros hervores, tembloroso.
Del mismo modo elaboramos guisos de pescado, y también temblorosa debe estar el agua cuando vamos a hacer huevos escalfados (o huevos duros, porque se golpearían y se romperían), cuando hacemos un baño maría…
Pues ya sabemos qué significa frémir en cocina, el líquido que está agitado precediendo al punto de ebullición.
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