Puede asaltarnos una seria duda si en alguna explicación de un recetario o de un profesor de cocina se solicita congelar sin tapar, puede que lo primero que pensemos es que se nos van a estropear los alimentos expuestos en el congelador sin tapa, se quemarán por el frío y absorberán los olores del congelador. Para que esto no suceda, nada mejor que saber qué significa congelar sin tapar.
Congelar sin tapar es colocar los ingredientes que se deseen congelar en una sola capa, sin amontonar, pero un en recipiente debidamente cerrado, puede ser un tupper, una bolsa de congelación con los ingredientes bien extendidos… imaginaos que cortáis unas setas en láminas y queréis que permanezcan como un carpaccio en el congelador.
La idea es que una vez que el ingrediente en cuestión se haya congelado, y en consecuencia endurecido y cubierto por una fina película de hielo, se sume a mayor cantidad del mismo ingrediente congelado (u otros si por ejemplo es una ensaladilla) y se pueda amontonar sin que pierdan la forma ni queden pegados. Pueden adherirse ligeramente pero no se congelan haciendo una pelota.
Se puede utilizar esta técnica con muchos ingredientes, y es una práctica muy interesante si habitualmente congelamos alimentos de temporada para tenerlos todo el año. Podemos congelar sin tapar las mencionadas setas, o congelar cebollas, guisantes, habas, alcachofas, fresas, arroz precocinado, pasta casera, croquetas, etc.
Recordad que siempre se deben congelar los alimentos en un recipiente bien cerrado y que el recipiente definitivo debe estar etiquetado con el contenido y con la fecha en la que se ha congelado. No debemos olvidar los alimentos que dejamos en el congelador meses y meses pensando que no les va a pasar nada, los alimentos congelados también tienen fecha de consumo preferente.
Foto | Stevendepolo