La Smash Burger es un tipo de hamburguesa que ha ganado mucha popularidad en los últimos años gracias a sus características, su método de preparación y el resultado, y también gracias a que es mucho más fácil de comer que esas hamburguesas tradicionales y gruesas a las que es complicado hincarle el diente.
A diferencia de las hamburguesas tradicionales cuya carne tiene forma de una especie de disco grueso, para hacer la Smash Burger la carne se aplasta directamente contra una plancha muy caliente. Se trata de una técnica de cocción sencilla que logra transformar radicalmente el perfil de sabor y la textura de la hamburguesa.
El nombre «smash» procede del inglés y hace referencia al hecho de aplastar (smash) la carne al momento de cocinarla. Este proceso de prensar directamente la carne sobre la superficie caliente de la plancha, permite que se forme una costra crujiente gracias a la reacción de Maillard, conjunto de reacciones químicas producidas entre las proteínas y azúcares presentes en los alimentos cuando éstos se calientan a altas temperaturas. Esta reacción da como resultado un sabor más complejo y profundo, y esa es una de las razones por las que las Smash Burgers son tan apreciadas.
Como decíamos, una de las características destacadas de la Smash Burger es que se trata de una hamburguesa relativamente fina cuya cocción es extremadamente rápida. A medida que la carne se aplasta sobre la superficie de cocción, esta se distribuye de manera uniforme facilitando que se cocine en pocos minutos. Durante esta cocción, se forma una costra en el exterior de la hamburguesa que proporciona una textura crujiente, en contraste con la jugosidad de su interior, por lo que se obtiene una combinación de texturas que son otra clave del éxito de este tipo de hamburguesa.
Otra característica importante es que las Smash Burgers suelen presentarse de un modo bastante simple y sencillo. A diferencia de las hamburguesas gourmet que contienen múltiples ingredientes, las Smash Burgers suelen ser básicas, contienen queso, un par de rebanadas de pepinillos, cebolla y alguna salsa especial (a pesar de la sencillez, también hay diferentes combinaciones). Generalmente se sirve con un pan de hamburguesa clásico que complementa la simplicidad de los ingredientes y permite que el sabor de la carne sea el protagonista.
Lo cierto es que seguramente todos hemos probado una hamburguesa, donde el sabor de la carne parece quedar relegado a un segundo término debido a esa gran cantidad de ingredientes y salsas. El caso es que la sencillez de los acompañamientos de la Smash Burger es una apuesta ganadora, ya que la técnica de cocción por sí sola, aporta esa riqueza y complejidad de sabores que no se difuminan con otros ingredientes innecesarios.
Sobre la historia de preparación de la Smash Burger hay que decir que su origen es estadounidense y nació durante la Gran Depresión (crisis económica mundial que se inició en 1929 y duró hasta finales de los años 30). Las hamburguesas aplastadas no eran sólo una técnica de cocina inteligente, en esta época nacieron fruto de la necesidad, dado que los tiempos eran difíciles y la economía era limitada. Los restaurantes buscaban el modo de convertir cortes baratos de carne de vacuno, en algo que los consumidores quisiera comer. Entonces apareció esta solución de aplastar la hamburguesa en una plancha caliente para cocinarla rápidamente, siendo un truco económico que permitía convertir la necesidad en placer y disfrute.
Posteriormente, en la década de los años 50 este tipo de hamburguesas empezó a popularizarse en los pequeños locales de comida rápida, cuando los cocineros de estos establecimientos buscaban formas rápidas y eficientes de preparar sus hamburguesas manteniendo el sabor. El uso de una plancha caliente y la técnica de aplastar la carne directamente sobre ella facilitaba cocinar las hamburguesas a gran velocidad, algo que ha sido esencial en el entorno de comida rápida.
Lo cierto es que a poco y con el tiempo, su preparación se convirtió en todo un arte, siendo adoptado por cocineros y cadenas de restaurantes de comida rápida que querían ofrecer un producto rápido y con gran calidad. Además de la velocidad de cocción y el sabor intenso, este tipo de hamburguesas también destacan por su gran versatilidad, y es que a pesar de que la presentación simple y básica, la receta se ha ido adaptando para integrar una gran variedad de ingredientes, es decir, variaciones de salsas caseras, diferentes tipos de queso, cebolla caramelizada, pero siempre respetando su simplicidad y centrándose en que la carne sea crujiente por fuera y jugosa por dentro.
En este artículo de The Independent podemos leer que en Reino Unido han ganado ahora popularidad y muchos influencers, cocineros, carniceros y hosteleros no dejan de hablar de estos discos de carne, como si hubieran reinventado la rueda. Pero lo cierto es que Reino Unido lleva años adoptando la comida rápida de estilo americano pero con adaptaciones británicas y con connotaciones más refinadas y elegantes. El gran interés por este tipo de hamburguesas en el país es un reflejo de la situación actual, donde hay incertidumbre económica, precios elevados y donde la gente busca comodidad, calidad y sencillez, y es que como ocurre en muchas ocasiones, las cosas más sencillas son las más satisfactorias.
En España también ha entrado la fiebre de las smash burgers, pero como sucede a menudo, se pierde su autenticidad por falta de conocimiento, pues estas hamburguesas no se deben hacer con cualquier carne, requiere una carne con un porcentaje específico que permita conseguir esa crujiente en sus bordes, pero de ello os hablaremos en otro momento.
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