Nos encontramos con otro término inglés que en los últimos años se ha incorporado en nuestras conversaciones, que no en el diccionario. Wrap significa envolver, rodear, abrigarse… también puede referirse al material que envuelve o abriga, pero ¿qué es un wrap en gastronomía?
Seguramente la mayoría ya lo sabéis, los encontramos en los establecimientos de comida rápida y también en muchos supermercados, en este último caso suele referirse al ingrediente culinario que permite hacer un sándwich o bocadillo envuelto, o sea, una especie de tortita o tortilla.
Generalmente estas tortillas son de trigo, pero también pueden ser de otros cereales para adaptarse a los gustos o necesidades alimentarias. Además actualmente hay tortillas a las que se incorporan ingredientes que aportan sabor (y color), como hierbas aromáticas, semillas, verduras en polvo (tomate, espinacas…), como se hace con la pasta.
Pero no sólo estas tortillas sirven para hacer wraps, es decir, lo que es el bocadillo enrollado, también denominado ‘roll‘ (en inglés), se pueden hacer también con distintos panes planos, como el pan pita (más grande y fino que el que utilizamos para rellenar como un ‘bolsillo’), el lavash…
No deja de ser una versión de los burritos o los tacos mexicanos, de hecho, se dice que el wrap es de la cocina Tex-Mex (fusión de la cocina texana y mexicana). Hay distintas historias sobre su origen y son poco sustanciales, y sobre los primeros wraps servidos en un restaurante cuentan que fue a principios de 1980, pero cuando se hicieron más populares fue una década después.
Un wrap admite todo tipo de rellenos, generalmente se combinan vegetales, carnes y salsas, una tortilla o pan plano enrollable se puede rellenar de lechuga, espinacas, setas laminadas, cebolla, puré de legumbres, guacamole, tomate, huevo duro, queso, pollo, ternera, atún… lo que la imaginación y el paladar nos depare.
Por poneros algunos ejemplos más gráficos podéis ver nuestro Wrap de aguacate y alubias blancas o el Wrap de lomo con salsa de queso y ajo. Y si queréis algo más clásico, podemos describiros un wrap de pollo, con pechuga hecha a la plancha, acompañada de lechuga, tomate, cebolla, tomate en rodajas o picado con pimientos, queso y salsa mahonesa.
Son recetas sencillas, pueden ser frías o calientes, para hacer una comida informal, como cualquier otro bocadillo.