Hoy miramos a la cocina de Estados Unidos para conocer qué es un Pot pie, voz que podríamos traducir como ‘pastel de olla’, pues es en este tipo de recipientes en el que se elaboraba tradicionalmente. Se trata de un clásico que la mayoría conocemos, sea porque hemos viajado o porque lo hemos visto en televisión, cuántas series y películas son responsables de la promoción de la cocina estadounidense, incluso los dibujos animados.
Básicamente un Pot pie es un pastel de carne, porque la carne es ingrediente principal, aunque hay distintos tipos. Se habla del Pot pie de Pensilvania, donde se encuentra el grupo cultural que formaron los primeros inmigrantes alemanes, en la denominada región Pennsylvania Dutch y donde el pastel se conoce como ‘bot boi’, y del Pot pie moderno.
El primero es un guiso que se elabora sin masa, se compone habitualmente de pollo, ternera o caza, con patatas, cebolla, apio, perejil, fideos… Y el más popular, al menos el que más se elabora actualmente es el Pot pie que se hace con masa de hojaldre, masa quebrada, masa escaldada… Lo que algunos llaman pastel de carne otros lo podemos llamar empanada, de todas formas hay varios tipos de pot pies.
Normalmente el Pot pie se elabora en un recipiente en el que se coloca una base de masa, preferentemente una masa que soporte el relleno, como la masa escaldada o la masa quebrada. La masa de hojaldre se elige para la superficie, para que ofrezca una cubierta dorada, ligera y crujiente. También está la opción de no poner masa en la parte inferior.
El pastel de carne norteamericano (nada tiene que ver con el clásico pastel de carne inglés) se puede hacer con distintos tipos de carne, pollo, ternera, cordero, pavo, una combinación… se añaden hortalizas y legumbres como las zanahorias, los guisantes, las judías verdes, las patatas, etc.
Podéis imaginar que se puede hacer un pastel de carne con infinidad de combinaciones, la característica principal es que el relleno (que se debe cocinar previamente) esté cubierto con una masa horneada, dorada y crujiente, y si se desea, también que tenga una base de ‘pan’. Es un plato muy consistente que puede servirse como entrante, pero a menudo se sirve también en lo que se conoce como brunch.
¿Os apetece hacer un Pot pie o tenéis alguna receta que queráis compartir?
Foto | Emily