Hoy no tenemos un término de la clásica francesa para ampliar nuestro diccionario gastronómico, sino a un término muy actual de la cocina británica y sin mucha historia que desvelar. Aunque seguro que, como en todo, hay una historia detrás de la creación y evolución de los pocket pies.
Lo malo es que no encontramos referencia alguna, no obstante, vamos a conocer qué es un pocket pie. Se traduce como pastel de bolsillo, lo que puede llevaros a recordar lo que conocemos como pastel de viaje, pero no tienen relación alguna.
Como todo lo que hace alusión a lo que significa ‘de bolsillo’, se refiere a que es algo de pequeño tamaño, y no por ello que haya sido creado para llevarlo en el bolsillo. Aunque quizá en sus inicios, algunos objetos definidos así sí estaban pensados para llevarlos en el bolsillo, si nos miramos algunos libros pequeños… no hay bolsillo en el que quepan. Del mismo modo, llevar un pastel en el bolsillo tampoco es una buena idea.
Aún sería más fácil guardar un pastel de viaje que un pocket pie, pues el denominado ‘pastel de bolsillo’ tiene algunas características que lo hacen casi inviable si queremos mantener esta elaboración culinaria en buen estado.
Un Pocket pie es un pastel de pequeño tamaño, un pastel individual relleno. No se elabora con una masa de bizcocho, sino con una masa del estilo de la masa brisa, quebrada o similar, y se suelen rellenar con compotas o mermeladas de frutas. Podríamos decir que son como unas empanadillas, aunque principalmente se hacen dulces, también se hacen pasteles de bolsillo salados.
Para hacer llamativos y originales Pocket pies no es necesario disponer de ningún utensilio en especial, si habéis hecho empanadillas de forma tradicional (cerrándolas con los dientes de un tenedor), sabéis hacer pasteles de bolsillo, tanto si les dais formas de media luna, como si queréis cortar la masa en rectángulos. Se coloca la base, a continuación el relleno, seguidamente se cubre con otra placa de masa y finalmente se sella. Se puede pintar con huevo, espolvorear con azúcar…
De todas formas, como sucede muchas veces, hay oferta para generar demanda, y en el mercado hay moldes especiales para hacer estos pequeños pasteles rellenos. Sirve el mismo molde de las empanadillas, pero con el mismo sistema, hay moldes para hacer pasteles con otras formas, rectangulares, redondos, con forma de manzana, con un enrejado, etc.
No cabe duda de que se pueden elaborar deliciosos pasteles de bolsillo, cualquier buen relleno cubierto por una buena masa nos dará como resultado un bocado crujiente y a su vez jugoso. Los postres o pasteles en formato individual cada vez son más habituales, además en el caso de los Pocket pies, son tan cómodos de comer… es un pastel para comer con las manos.
Foto | Foodnetwork