Si estáis pensando en la respuesta a qué es un mostacero, que tiene relación con la mostaza, estáis en los cierto. Aunque quizá no sea un término que hayamos utilizado mucho en la actualidad, hay dos definiciones para esta palabra que en la lengua francesa es más popular, es el moutardier.
Conocemos la mostaza como una salsa, pero con el mismo nombre se conoce a la planta y a las semillas que de ella se extraen para darle uso culinario. La planta de la mostaza pertenece a la familia de las brasicáceas, y hay muchas variedades. Será interesante hacer un repaso al respecto, pero ahora continuemos con el mostacero.
Como comentábamos, hay dos definiciones para este término, una hace referencia al oficio, al productor, fabricante o comerciante de mostaza, se le conoce como mostacero. El segundo significado de mostacero es el recipiente en el que se guarda la mostaza, el que sirve para presentarla en la mesa y para dispensarla.
Aunque pueda resultarnos triste, el mostacero más popular en nuestro país es el del bote de plástico tipo biberón (el que sirvió de inspiración a Ferrán Adrià para trabajar con los ‘biberones de cocina‘). No ha habido mucha cultura y conocimiento de esta salsa, de sus variedades, de sus calidades… sólo se ha utilizado, casi como norma, para condimentar los frankfurts y las hamburguesas.
Pero en Francia, por ejemplo, se elaboran y consumen mostazas de calidad, y para ellas se crearon los mostaceros, pequeños tarros del estilo de un azucarero o de algunos tarros de miel, normalmente se componen del recipiente contenedor y la tapa con una muesca para la cuchara de servir.
En las fotos podéis ver algunos modelos de mostacero, en algunos restaurantes se pueden encontrar, quizá más fácilmente en los restaurantes de hotel. Los hay de distintos materiales, de cerámica, de cristal, de acero inoxidable, de madera… en Dijon, ciudad del este de Francia popular por la elaboración de salsas de mostaza de gran calidad, se puede comprar el producto en atractivos mostaceros de porcelana que se pueden reutilizar.
Una buena salsa de mostaza tiene muchísimas aplicaciones culinarias, más allá de condimentar bocadillos o hamburguesas, por lo que si sois de los que disfrutáis de esta salsa, en incluso hacéis salsa de mostaza casera, tal vez os guste disponer de un mostacero apropiado para su servicio.