Quizá hace mucho tiempo las dietas vegetarianas y veganas eran sosas y aburridas, lo cierto es que lo desconocemos, pero actualmente de eso no tienen nada, pues la creatividad culinaria de muchas personas que siguen este tipo de alimentación y el uso de las redes sociales para compartirla, permiten disfrutar de una dieta más variada, al menos en cuanto a presentaciones, combinaciones de sabores… pero siempre manteniendo su filosofía de no consumir productos alimentarios de origen animal, cada uno en su grado.
Y es que hay que ser creativo para idear la versión vegana de un perrito caliente o hot dog (o quizá no tanto), inquietud que, como podéis imaginar, se ha dado en los países en los que triunfa este tipo de comida rápida, pero que actualmente se conoce en todo el mundo, en buena parte gracias a internet como ya hemos comentado. Seguro que hay muchas formas de simular un perrito caliente haciendo una comida vegana, pero la que ha llamado nuestra atención es la que podéis ver en las fotos, se trata un carrot dog.
Y ¿qué es un carrot dog?, ¿cómo se hace? Pues a la primera pregunta, quizá con las imágenes y conociendo el término inglés no hace falta responder, carrot es zanahoria, así que un carrot dog es un perrito de zanahoria. La verdad es que tampoco es demasiado complicado encontrar un alimento que se parezca a una salchicha o frankfurt, ahora bien, lo interesante es cocinar la zanahoria de manera que ofrezca una textura y un sabor similar al del producto cárnico, pues en teoría es lo que buscan los veganos, ¿o quizá es suficiente la ilusión visual?
Si buscáis en internet recetas de carrot dogs, vegan hot dogs o carrot hot dogs vais a encontrar mucha variedad, además de daros cuenta de que no es algo nuevo, hace años que los veganos y vegetarianos, y seguramente también muchas personas que comen de todo, disfrutan de sus perritos calientes de zanahoria.
La mayoría de recetas coinciden en la preparación de la zanahoria para que quede tierna como una salchicha, básicamente hay que cocerla, después se pasa por la plancha o la parrilla para dorarla. Lo más complicado es darle un sabor que recuerde al producto cárnico, para ello se utilizan diversos tipos de especias, salsas y otros condimentos, como el saborizante de humo que puede ser en líquido o en polvo, entre otros formatos, también la salsa de soja que ofrece el sabor umami… lo mejor es que veáis un vídeo de ejemplo, este es el que nos ha inspirado a contaros qué es un carrot dog.
Nosotros no somos mucho de comer perritos calientes, principalmente porque este tipo de salchichas que se comercializan en nuestro país no nos proporcionan mucha confianza, por eso nos parece interesante conocer esta alternativa que además de ser más saludable, permite desarrollar la creatividad. Es por ello que animamos a todas las personas, sin necesidad de ser veganos o vegetarianos, a probar el perrito de zanahoria, seguro que más de uno se sorprenderá, y puede ser una comida o cena ideal para el Lunes sin carne.
Y aunque en España no haya una cultura de este tipo de bocadillos, y tampoco se trata de promoverla, sí puede motivar a más de uno a la creatividad culinaria, pues no sólo se trata de conseguir una zanahoria tierna y sabrosa para poner en el pan, hay mil y una formas de complementar el bocadillo como hacen con los tradicionales perritos en algunos establecimientos norteamericanos, sirven toppings buscando combinaciones deliciosas, por ejemplo con aguacate, maíz dulce, lechuga, pepinillos, espaguetis de calabacín, queso, salsa teriyaki, salsa de mango…
Alguna prueba tendremos que hacer, y vosotros ¿os animáis con los perritos veganos?, ¿qué os parece el concepto?